Filazo lo hizo famoso
ACCIDENTE DE TAXISTA SORPRENDIÓ EN 2011
cidad de agarrar cosas pequeñas con la mano derecha y también tengo problemas con el pie derecho, no puedo correr porque luego de unos seis metros como que flaquea y me enredo”, agregó. A raíz de esos problemas Hubert tuvo que vender el ganadito que con tanto esfuerzo había comprado. “Yo era cuidador de una finca y tenía unas vaquitas ahí, pero con los problemas que tengo se me hacía difícil jalar cosas pesadas y cuidar a los animales, por lo que tuve que entregar la finca. “Ahora vivo en Liverpool de Limón, cerca del lugar en el que me pasó el accidente y me dedico de lleno al taxi”, contó Zamora.
El conductor dijo que en el 2015 se fue a una agencia y compró un carrito último modelo para trabajar.
“Saqué el carro que tengo ahora a crédito, todavía lo estoy pagando, ahí vamos saliendo poco a poco.
“Yo vivo con mi esposa y tres hijos, mi familia es fundamental para mí, ellos son mi motor”, argumentó el pulseador.
Precisamente en esa nave Hubert se llevó otro susto hacemenos de un año, ya que sufrió un accidente de tránsito, pero una vez más salió bien librado.
“Esa vez gracias a Dios no me pasó nada, no hubo necesidad ni de que yo fuera al hospital”, expresó.
El sobreviviente dice que recuerda a la perfección lo vivido el día del accidente.
“Ese día yo iba a hacer una cerca junto con mi esposa y un vecino. Yo tenía que pasar por un puentecillo que había sobre un zanjón. Cuando iba pasando una de las tablas se quebró y me fui al piso, yo llevaba el machete en la mano y lo hice tirado para adelante, pero caí encima de él.
“Cuando me iba a levantar sentí que lo tenía clavado y entonces lo agarré para que no semoviera. Me senté y esperé una hora que llegara la Cruz Roja”, añadió.
Durante un lento camino hacia el hospital de Limón, el chofer de la ambulancia le avisaba a Hubert cada vez que había una curva en el trayecto para que no tuviera inconvenientes. Elhombre se bajó caminando por sus propios medios.
“Entré a una sala y los doctores me dijeron que me fuera quitando poco a poco el machete mientras ellos estaban atentos por si había una hemorragia, pero todo salió bien.
“El cuchillo no tuvo la culpa de nada, yo todavía lo tengo guardado y a veces hasta lo uso para chapear, no significa nada malo para mí”, aseguró.
El taxista comentó que la vida es una escuela y agregó que la experiencia del machetazo lo hizo aprender avivir cada día como si fuera el último.