HERMANOS PUROS DIECES
Varios grupos de motociclistas quieren volarse de una vez por todas esa imagen de que son unos vagos, pandilleros o maleantes.
Por eso desde hace año y ocho meses decidieron conformar la Hermandad Biker Costa Rica (HBCR), la cual pretende lavarles la cara.
Desde entonces se han ido sumando muchos grupos y ya son 30 los que conforman la organización, que está juntando poco más de cuatro millones de colones para inscribir los logos de cada uno de los miembros ante el Registro Nacional y así quedar debidamente conformados como organización a nivel internacional.
“Nuestra misión es ser una organización de clubes donde se reflejen los valores y principios de la hermandad, el respeto, la unión y la lealtad”, explicó Samuel Avilés, el presidente de la HBCR.
Agregó que quieren impactar a nivel del ambiente ‘rider’ mediante la sana convivencia.
Y para los que los catalogan de vagos, les recuerdan que este pasatiempo no es nada barato pues deben mantener la moto, los accesorios y tener con qué colaborar en las actividades de beneficencia, por lo que en cada tour se pueden ir hasta setenta mil pesos.
Ayudota. ¿Cuáles son los beneficios de pertenecer a este grupo? Además de los paseítos que a nadie le caen mal, si alguno se queda varado de inmediato co- munica por el chat su ubicación y el que esté más cerca le va a echar la mano.
Y si se quieren ir de ‘ride’ fuera de Tiquicia, se contactan con otros grupos que los apadrinan desde la frontera para cuidarlos de cualquier asalto y hasta les dan posada (Ver nota: solidaridad femenina).
También tienen convenios con locales comerciales de venta de motos y repuestos. Y a los grupos
nuevos les enseñan reglas y protocolos en carretera.
Eso sí, si algún motociclista se sale de un grupo y quiere ingresar a otro, el presidente del nuevo grupo debe llamar a su colega a pedir referencias del aspirante.
El pasado 11 de setiembre realizaron su convivio anual donde participaron más de 500 motociclistas, que salieron de Curridabat hacia Cartago en caravana.
Lo que viene. Ahora, ya están trabajando para colaborar con “Misión Consuelo”, organización que ayuda a adultos mayores en etapa terminal con mantas, bufandas, un cafecito, música en vivo y lo más importante compartir un rato agradable el 16 de octubre.
También están recolectando los confites y regalos para más de 600 niños de Pérez Zeledón a los que les festejaran la Navidad.
Conscientes de la gran cantidad demuertes en carretera están buscando alianzas para educar a los nuevos conductores.