La discriminación es la lucha más dura
se estaba recuperando de una operación en la garganta, y casi quedó sin habla cuando le dijeron que en la cirugía le descubrieron que era portador del virus VIH.
Él desconoce quién lo contagió ni cuándo pasó.
“En ese momento sentí que el mundo se me venía encima, desde ahí fui consciente de que era una enfermedad seria y que tenía mucho que cambiar”, dijo elvecino de Tejar de El Guarco de Cartago y quien tiene tres meses en el Hogar Nuestra Señora de la Esperanza pues tuvo una recaída de salud.
“Tengo años de vivir con esta enfermedad y la verdad casi siempre me he sentido bien. Mientras uno obedezca al doctor y se tome el tratamiento uno va a poder salir adelante. Pero esto es una lucha constante”, comentó Francisco.
Para este paciente la parte más difícil de ser portador del VIH es el trato que recibe de la gente.
“La lucha más dura que enfrentamos es la discriminación, yo le pido a la gente que no lo haga, nosotros no somos extraterrestres, somos gente normal y corriente.
“Convivir en un mismo lugar, saludar a alguien de la mano o dar un abrazo no va a contagiar a otra persona”, enfatizó.
Asegura que ya asimiló que es portador de esa enfermedad, por eso ahora lo difícil va a ser cuando le toque abandonar elHogar Nuestra Señora de la Esperanza y enfrentar un mundo de rechazo.
“Si se dan cuenta que uno es portador de inmediato lo apartan y lo discriminan”, añadió.
Francisco aprovechó estas líneas para hacer un llamado a protegerse ante el VIH pues cree que es una tarea pendiente de la socie- dad.
“Se tiene que hacer conciencia de que es una enfermedad latente y actual. Cualquiera se puede contagiar de este virus, no hace diferencia de edad, clase o género. Los contagios se dan principalmente por la falta de información que tiene la mayoría de gente”, aseveró.
Finalmente, alabó la labor de las personas en el hogar pues ahí reciben todo para enfrentar su enfermedad y para lograr reincorporarse a la sociedad para vivir una vida normal.