La Teja

Un gran deseo de Dios

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Tenemos respuestas en abundancia, respuestas que buscan solucionar las cosas de una vez por todas y parar la imaginació­n en seco. Lo que a menudo carecemos es de buenas preguntas, preguntasq­ue nos llevenalug­ares nuevos y más profundos de intimidad y de comprensió­n en cuanto a quién es Jesús y lo que Él significa para nosotros.

He aquí una buena pregunta:

¿Cuál es el deseo más profundo en el corazón de Dios?

Y es que como dice su palabra en 2 Pedro 3:9 “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentim­iento. Dios tiene el deseo de que estemos con Él por la eternidad”.

Tal vez te preguntará­s si no eres muy pecador y dirás que no mereces ir al cielo, pero hoy quiero decirte que Dios te exime del pecado, Él te redime y te libra, enRomanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Hoy es tu día para que puedas dejar atrás una vida de pecado y vivir una nueva en Cristo llámese como sea tu pecado adulterio, fornicació­n, droga dicción, ira, enojo póngale usted el nombre, de todos esos Dios te puede liberar y darte una nueva vida para que tu nombre sea inscrito en el li-

bro de la vida.

Dios no quiere que seas esclavo ya sea del pecado, pastillas, si no que en Él puedas conocer la libertad. Ahora gracias a la obra de Cristo en la cruz, el poder del pecado sobre nosotros ha sido roto. Por lo tanto satanás no tiene derecho ni autoridad sobre nosotros. Es un enemigo derrotado, pero su misión más importante es impedir que nosotros lo sepamos. ¿Y como lo hace? Engañándot­e para que creas que no sirves para nada, que los pecados del pasado no pueden ser borrados, que eres un depresivo sin esperanzas, un fracasado que no puede dejar los vicios. Pero Dios es nuestro libertador, que está con nosotros en todo momento.

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