PREMIO SONRIENTE
Tenorio quiere una cocina nueva o ampliar el cuarto que comparte con su esposo, don Filadelfo Elizondo.
Esas son las dos opciones que baraja la ganadora de la tarjeta de regalo por ¢300.000 que da La Teja, premio que la hizo sonreír y brincar de la contentera.
Vecina de Lomas del Río en Pavas, la abuelita expresó que salir favorecida ha sido una gran bendición.
“Me gustaría una cocina eléctrica, porque la mía está muy mala, tiene como diez años, pero somos dos adultos mayores y el cuarto donde estamos es muy pequeñoycon gradas. Vamosaver cómo hacemos, pero gracias a Dios que me llegó”, expresó Tenorio, quien es originaria de Santa Rosa de Turrialba.
“Mevine desdemuychiquita para acá, a trabajar. Me he jodido mucho en este mundo, he trabajado demasiado.
“Cuando era joven siempre trabajé (limpiaba en casas), pero nunca me enseñaron a cotizar. No tengo ni pensión”, dice.
Esta mamá tiene nueve hijos y con más de 30 nietos, vive con su esposo y una hija que es la que vela y cuida por ambos.
Sin embargo, su hija hace poco fue operada de la columna y ha tenido otros problemas de salud.
Su esposo, don Filadelfo, era agricultor y luego trabajó como guarda en el ICE, pero ya tiene muchos años de pensionado.
Esta linda pareja tiene 63 años de matrimonio.
Tenorio no dejó de dar gracias a La Teja. Al que no agradece mucho es al presidente Luis Guillermo Solís.
“Yo creo que ha hecho un mal gobierno, que se ponga las pilas con tanto accidente que hay y con el maltrato a los chiquitos y a los animales”.
En la casa tiene cinco mascotas: dos gaticos, dos pericos y un perro.
La perra se llama Mía, los gatos Princesa y Bruno y las aves no tienen nombre.
“Estoy de acuerdo en que pasen esa ley animal. Me encanta La Teja, porque uno se entera de cosas muy útiles. Me gusta ver los sucesos”, dijo.