Chepito, Solís y el balígrafo
Por dicha que los 15 jefes de Estado invitados a la histórica firma de paz en Colombia, este lunes, tuvieron que ir vestiditos con guayabera blanca.
En el encuentro, encabezado por el presidente cafetero Juan Manuel Santos, y el jefe máximo de los guerrilleros y terroristas de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como “Timochenko”, estuvo don Luisgui, nuestro presidente.
Gracias a Dios que la vestimenta la estableció el gobierno colombiano, porque no hubiera sido extraño que nuestro máximo representante, acorde a su estilo de usar trajecitos según la ocasión, hubiera llegado vestido de guerrillero.
La vestimenta hubiera sido aplaudida por los gobiernosd e izquierda de Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela, quienes junto con Luisgui le hicieron el feo al presidente de Brasil, Michel Temer, cuando habló la pasada semana en la ONU.
Hoy, entre los recuerdos de su viaje a Cartagena, Colombia, nuestro mandatario debe tener en un lugar muy especial un balígrafo, bala reconvertida en bolígrafo o lapicero, similar al usado en la firma. Santos les regaló uno a cada jefe de estado.
Ojalá que ese balígrafo, cada vez que lo vea, le recuerde que la opresión que se vive en Venezuela, país al borde la explosión, también debe ser repudiada y que él debería contribuir a buscar el camino de la paz para que las armas no ocupen el lugar de la razón.