Tres minutos salvadores
de testículo es el más común en hombres con edades entre los 15 y 40 años en Costa Rica, según datos del Registro Nacional de Tumores.
Es por eso que nada cuesta sacar tres minuticos, una vez al mes, para tantearse los gemelitos.
Por mes, ocho hombres reciben un diagnóstico de cáncer testicular en el país. Y, en promedio, esa enfermedad cobra una vida cada mes.
Para evitar que esa cifra siga subiendo la Caja lanzó una campaña para promover entre en los hombres el autoexamen.
Con el lema “Soy hombre y me cuido”, la Caja quiere hacer conciencia en los caballeros para que dejen a un lado la timidez o la vergüenza y empiecen a hacerse el autoexamen, ya que este puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
“Hay que quitar los mitos, los miedos y la vergüenza entre los hombres. Ellos van al médico cuando ven que ya no se les quitó la molestia y durante ese proceso pierden un tiempo valioso”, aseguró el doctor Alejandro Calderón, miembro del Proyecto de Fortale- cimiento de la Atención Integral del Cáncer de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Los urólogos recomiendan hacerse el autoexamen de testículos una vez al mes para así estar pendientes de cualquier cosita extraña que se sienta en sus amiguitos más fieles.
El signo más común del cáncer de testículos, en etapas iniciales, es el cambio en la forma, el peso o la textura del testículo.
“Está duro como piedra” suelen decir los pacientes cuando deciden ir al médico y confesar su predicamento.
“Si usted encuentra algo inusual o algo de lo que no está seguro, ya sea durante el autoexamen o en algún otro momento, consulte inmediatamente con el doctor del Ebáis”, dijo Calderón.
El doctor explicó que si el médico le manda a hacerse un ultrasonido y se lo programan para mucho tiempo después, lo mejor es recurrir a la Contraloría de Servicios para pulsear que se lo hagan lo más pronto posible.