TRAS CUERNOS, PALOS
Una estudiante de la Universidad de Old Dominion, en Virginia Estados Unidos, presentó una denuncia contra la policía de su campus.
La muchacha acusó a los policías por no dejarla ir a realizarseun examen médico forense inmediatamente después de reportar que había sido violada en su habitación y por “manejar mal el caso”.
Ensu lugar, losagentes la llevaron al departamento de la policía, donde estuvieron interrogándola durante ocho horas, para colmo le negaron bebida y comida y no le permitieron ir al baño.
La joven denunció que le hicieron sentir como si estuviera siendo violada de nuevo, debido a comentarios como: “simplemente estoy tratando de encontrar el delito”.
Esta experiencia la dejó con trastornos de estrés postraumático y de ansiedad, denunció la muchacha.
“Después de todo un día siendo victimizada en el departamento de policía, me quedé sintiéndome paranoica y asustada como si yo fuera el criminal”, según se lee en la denuncia de la estudiante.
La denuncia sobreel incidente, que tuvo lugar en octubre del 2014, especifica que los agentes no le informaron sobre la importancia de preservar las evidencias de su violacióna través de la realización de un examen forense y que le ocultaron que podría haberse negado a denunciar el delito a la policía antes de eso.
De esa forma, “habría podido asistir a un centro médico local y recibir atención por sus lesiones y sangrado tras ser violada en el campus”, añade la denuncia.
Asimismo, la demanda estipulaquela joven no fueinformadade su derecho de solicitar una orden de protección contra su agresor e indica que no se le permitió abandonar la habitaciónen la que fue violada hasta después de haber recibido un diagnóstico de su condición psicológica.
El centro educativo, que afirma que “tiene tolerancia cero a los asaltos sexuales”, podría recibir una multa de hasta 35.000 dólares (más de ¢19 millones) por no atender el caso de la muchacha de forma adecuada.