“Fueun papá” buen
AbuelitoChema
siempre fue un papá muy responsable con mi Aarón, le dio todo y más de lo que un papá puede dar.
“Sería muy pecadora si hablo mal de él, siempre veló por él, siempre lo llamó, siempre salía con él, siempre me le dio platica y lo cuidó hasta el día de su muerte porque ayudó a pagar el funeral, no tengo queja alguna”.
Con una sinceridad absoluta, doña Lidiette Fonseca conversó anoche con La Teja sobre Aarón Cordero (ya fallecido), el hijo que tuvo con Figueres Olsen en 1972.
Este lunes se supo de él porque Laura Montoya, quien estuvo casada con Aarón, llegó a una actividad de Chema en el cine Magaly y le dijo que reconociera a un nieto, un hijo de ella y de Aarón Cordero (ver nota en la página siguiente).
Doña Lidiette nos abrió ayer las puertas de la casa en la colonia El Mirador, en Tirrases, Curridabat, para hablar largo y tendido de su relación con quien llegaría a ser presidente de la República.
Cosa de jóvenes.
Doña Lidiette conoció a Chema porque trabajaba en la casa de los Figueres, en Curridabat. Ella nació justo al frente de donde hoy está EPA.
Por 1970 comenzaron a conversar y en agosto de 1971 consumaron el amor de juventud. Ella tenía 19 años y él con 17.
“Despuesito de quedar embarazada, a José María lo mandaron a estudiar al extranjero (a la academia militar de WestPoint, en Estados Unidos, donde se graduó como ingeniero industrial en 1979).
“Inmediatamente regresó se fue directo a buscar a Aarón, por eso digo que siempre fue superresponsable. Los primeros años no lo vio, porque estaba fuera del país, pero al regresar se metió de lleno como papá”, explicó doña Lidiette.
Siempre aportó.
A principios de los años 80, Figueres asumió como tata con todas las de la ley dando platica mensual, chineando a Aarón y saliendo con él algunas veces al mes.
“Siempre lo reconoció, lo aceptó, pero no lo exhibió. Fue tremendamente responsable y eso quiero dejarlo bien claro. A mi hijo en vida nunca le faltó absolutamente nada, él con una sola llamada tenía a su papá atendiéndolo y buscándole ayuda de alguna u otra forma”, explicó la señora.
Estudios en Cuba.
Doña Lidiette quiso enfatizar más en el buen papá que tuvo su hijo.
“Él (Figueres) estaba tan pendiente que siempre quiso lo mejor para él, por eso a la primera que pudo lo mandó a estudiar a Cuba, luchó con todo porque Aarón fuese un hombre estudiado y de bien.
“De Cuba no supe nada, él pagó todo y cuando Aarón regresó a Costa Rica tenía su título debajo del brazo como ingeniero agrónomo”, reconoció la mamá.
Aarón estaba cargado de ilusiones y proyectos. Eso motivó mucho a su tata, a tal punto que para ayudarle a que todos esos proyectos se hicieran realidad le compró una finquita en Guanacaste.
“Y para ayudar mucho más y que mi hijo y su esposa (Laura Montoya) tuviesen otra entradita de dinero les puso una panadería... por eso repito, jamás podría hablar mal de José María, ni de él ni de su familia porque a mí nuncamedie- ron, pero tampoco me quitaron”, expresó.
Se fue sanito.
Todo lo que Chema hizo por su hijo mayor no fue bien administrado.
Aarón tomó el camino equivocado porque se rodeó de malas juntas que lo llevaron a las drogas.
Así fue como poco a poco perdió la finquita y la panadería, por eso se regresó a San José, pero tampoco fue abandonado.
El expresidente le alquiló un apartamento y se lo pagaba bien puntual mes a mes para que nunca anduviera rodando y le siguió dando su platica mensual pese a que era un hombre hecho y derecho.
Después de varios años de andar descarrilado, Aarón se volvió a alinear y comenzó un proceso para dejar los vicios.
“Jamás olvidaré el día que me lo mataron, me había prometido un cambio, tenía muchos días de estar muy bien portado, me dijo: ‘Quéva, mi mamá, prefieromorirme que volver a las drogas’”, recordó ayer la señora.
“La mañana del día que lo asesinaron (23 de noviembre del 2009) me llegó a buscar tres veces, pero yo no estaba, entonces se fue a jugar maquinitas a un negocio por aquí cerca, ahí fue donde cobardemente me lo mataron de tres disparos por la espalda.
“Las malas juntas no dejan nada, quien lo mató era su amigazo, él le decía mi hermanito... Las malas juntas solo dejan malos caminos”, mencionó con gran sabiduría doña Lidiette.
Esta vecina de Curri también nos dejó muy claro que ella jamás le pidió nada a Figueres, que todo se lo dio a su hijo y que después de fallecido jamás supo de Chema.
Ella es una breteadora y muy artista: hace cuadros, adornos para casas y teje, siempre ha luchado por el cinquito y así lo sigue haciendo día con día.
El hijo de un buen tigre siempre sale pintado”, eso dijo José Figueres Ferrer, don Pepe, el día que conoció a Aarón”.