¡¡Llorenlo conmigo!
Taxista cuenta el último viaje de McGregor
Un infarto fulminante silenció ayer por la tarde a Mario McGregor, el último gran narrador de Costa Rica.
El limonense, de 59 años, era el único que quedaba con vida de un selecto grupo de relatores de la vieja escuela radial integrado por Manuel Antonio “Pilo” Obando (falleció en abril del 2014), José Luis “el Rápido” Ortíz (murió de cáncer en octubre del 2012), Luis Cartín Paniagua (el 4 de enero de 1999) y Jimmy “el Gato” Avendaño (fallecido en marzo de 1988).
El narrador de Columbia (98.7 FM) ingresó ayer, a la 1:15 p. m., a emergencias del hospital Calderón Guardia.
Daniel Zapata, quien le ofreció a McGregor sus servicios como taxista durante 30 años fue quien lo llevó al centro médico.
Zapata detalló a La Teja que la Doble M lo llamó para pedirle que fuera por él a su casa porque se sentía mal (ver nota aparte).
El taxista contó que al entrar al apartamento de su amigo lo encontró muy mal.
“Me dijo que era el corazón”, contó Zapata.
El taxista llamó varias veces al 911 y desesperado porque no llegaba la ambulancia decidió llevarlo él mismo al hospital.
Donald Corella, jefe de emergencias del Calderón Guardia, informó a Deportivas Columbia que el narrador ingresó con un paro cardiorrespiratorio y que le dieron maniobras de resucitación por 45 minutos.
Por más que lucharon McGregor fue declarado fallecido a las 2 p. m.
Corazón delicado Sus males cardíacos entre otros padecimientos ya eran conocidos.
El creador de la frase “tilín tilán” había superado dos infartos.
El primero en el 95 y otro en el 2000. En mayo del 2013 se sometió a un cateterismo.
“En el 2013 fueron piedras en la vesícula, llegué con tanto dolor que me hicieron un electrocardiograma y descubrieron que tenía dos arterias obstruidas. Ahorita me cuido con medicamentos, consumiendo poca grasa y con ejercicios, caminando poquito”, contó el limonense en una entrevista a La Nación, en junio del 2015.
En esa misma entrevista contó que su sueño era ser centro delantero de Limón, pero que su corazón se lo impidió. “Tenía el problema de mis arterias obstruidas, me cansaba mucho al correr, pero no era bueno tampoco (risas)”, mencionó en esa oportunidad.
El exárbitro Ramón Luis Méndez contó a La Teja que hace unos 24 años acompañó a McGregor al hospital debido a sus problemas cardíacos. “Estábamos en el estadio Rosabal Cordero en Heredia, no recuerdo cuáles jugaban, pero él se puso mal. Llamamos a la ambulancia y lo acompañé hasta el hospital. Esa vez le había dado un preinfarto. Me quedé con él hasta que lo dejaron internado. Después de eso creamos una buena relación”, contó.
El exréferi recordó que la última vez que compartió con McGregor fue a inicios de noviembre en la
Anthony Porras, periodista de Columbia, contó que Mario estaba escribiendo un libro con todas las experiencias que vivió en los Mundiales y que pensaba retirarse después de Rusia 2018.
vela de Paola, la hija del relator, quien luchó por su vida durante varias semanas después de verse involucrada en un accidente de tránsito, ocurrido en octubre pasado en Curridabat.
“Me senté junto a él, estaba bastante afligido y me agradeció por acompañarlo”, dijo.
Homenajes El ambiente futbolístico se unió ayer para realizar de una u otra forma sentidos homenajes a McGregor, quien estuvo ligado por más de 36 años en el arte de la narración. Javier Rojas, quien llevó al negrazo a Columbia, se mostró muy impactado con la noticia (ver nota aparte). Columbia, donde McGregor era la estrella de las transmisiones futbolísticas, inició una transmisión ininterrumpida desde las 3 p. m. Eduardo Solano, director de Deportivas Columbia, comentó que ayer estaba todo listo para que la Doble M narrara desde la emisora el partido de la Sele contra El Salvador. En la transmisión del encuentro, que fue narrado por JuanCarlos Solano, Columbia colocó audios con las frases más emblemáticas del limonense para recordar su gran trabajo. La Unafut informó que en la jornada de este fin de semana se realizará un minuto de silencio en cada partido en memoria del caribeño.