BATIRÁ LA SUERTE
nos contó que en diciembre no pudo activar el código de la suerte porque la operaron de la vesícula y estuvo internada.
Eso la tenía desesperada, así que apenas salió del hospi lo primero que hizo fue comprar La Teja y activarla.
“Yo no puedo vivir sin mi Teja, la activo todos los días del año, la verdad soy muy fiel y es porque me encanta el periódico, en verdad que lo disfruto”, dijo.
Ella ganó el pasado jueves 300 mil colones en una tarjeta de regalo y es la primera vez que la suerte que La Teja regala todos los días le toca la puerta.
“Ustedes ni se imaginan la alegría que me dio cuando atendí la llamada, hasta me puse a llorar de la contentera y mi hijo pensó que era algo grave y se preocupó. Tuve que tranquili- zarlo”, recordó.
DoñaSandra tiene tres hijos: Rodolfo, José Luis y Kattia; y dos nietos: Mónica y Leonardo, así que el premiezote le servirá para ayudar a esos dos nieticos en sus estudios, sobre todo a Mónica, que el otro año ya se gradúa de sexto en el colegio Vocacional de Desamparados.
“Ya lo pensé y los nietos serán los beneficiados con el premio, eso sí, me dejaré un poquitico para mí, es justo que me trate bien, sobre todo porque soy la que nunca falla activando.
“Hace mucho tiempo quiero comprarme una batidora y no tenía la plata, ahora me voy a comprar una bien buena para hacer queques, aquí en la casa les gustan mucho los queques que hago”, dijo.
La suertuda vive en San Juan de Diosde Desamparadosdesde hace 40 años, pero nació en San Antonio de Escazú. Ella es una saprissista de raíz morada y esta más que feliz porque Carlos Watson sea el técnico del equipo tibaseño, ya que le tiene mucha fe. Espera que alguito del premio lo pueda utilizar en víveres, porque le gusta arrancar el año con una buena tanda de comida en las gavetas, para que no le falte durante el año. Doña Sandra quedó inyectada, pues activó ayer de nuevo en procura de llamar a la suerte de nuevo.