Hombres repellados
POR CADA MUJER ACARICIADA SIN PERMISO DOS HOMBRES VIVEN LO MISMO
Al oír la palabra acoso quizás pensemos automáticamente en unhombre que toca a una mujer sin que ella lo pida.
Sí, eso es acoso y también se da a la inversa y es más común de lo que pensamos.
El modelo y presentador Berny Madrigal lo ha vivido cuando le han pellizcado una nalga o una mano ha intentado rozarle una, al despiste, mientras se toman una foto con él.
La II Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva, hecha por el Ministerio de Salud, el Centro Centroamericano de Población, la Asociación Demográfica Costarricense y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) da cuenta de ese acoso hacia los hombres.
Los resultados dejan ver que el acoso de carácter sexualcontra ambos sexos no solo se presenta en las calles, sino también en los trabajos y en los lu- gares de estudio.
Además, cuatro de cada diez entrevistados indicaron haber sido víctimas de algún “repello”, principalmente en lugares como buses y en tumultos.
Berny nos cuenta cuál ha sido parte de su experiencia: “Me pasa más con las mujeres adultas, que son más animadas; las jovencitas son más tímidas, pero sí pasa con frecuencia que le digan a uno algún piropo o le pongan la mano sutilmente sobre la parte de arriba de la nalga cuando piden tomarse una foto”, explicó.
Y, aunque nos sorprenda, dice que le ocurre más en la calle y a quienes lo acosan no les importa que él vaya con su novia. A veces, al pasar, solo siente el agarronazo.
Recuerda que una vez, durante un curso, sintió cómo un profesor se interesó más de la cuenta en él, pero nunca llegó a tocarlo. De unos a otros. Situaciones como esa también se vieron reflejadas en el estudio, indicó Juan Carlos Zamora, coordinador de programas de la Asociación Demográfica Costarricense. “La encuesta no pregunta quién es el que se pasa de la raya con los afectados, pero los hombres que han recibido comentarios no deseados o que han sido tocados sin su permiso ha sido, en la mayoría ha sido por otros hombres”, explicó Zamora. El experto dijo también que, según los datos del estudio, la violencia sexual es más común de lo que nos gustaría admitir y está presente en el día a día. “Los casos en los que los hombres son víctimas de estos toqueteos son a edades más tempranas, niños y adolescentes. No es común que los hombres adultos vivamos violencia sexual”, agregó. Además, si una mujer aborda a un hombre de forma violenta, algunos de ellos no se sienten acosados; quizás más bien rajen con que son “irresistibles”.
“Una de esas prácticas en las que los hombres son abusados, y que más bien se consideran muy normales, es la tradición de los padres de llevar a sus hijos a un prostíbulo para que ‘se hagan machi- tos’. Muchas veces los jóvenes no querían y son forzados”, dijo Zamora.
Esa costumbre ha ido desapareciendo con el tiempo, pero se mantiene en algunas zonas del país.
Mujeres no escapan. Según el estudio, los hombres reportan más casos de acoso que las mujeres, pero está claro que ellas no escapan.
La modelo Mariela Ponce nos contó que una vez, durante un trabajo en una ferretería en Cartago, el comerciante le dio un lengüetazo en el cuello y en la oreja. Tal abuso la dejó fría.
“No hay una etapa de la vida de ellas en la que se sientan libres. Los hombres se sienten con derecho a decirles si son bonitas, feas, gordas o a adueñarse de sus cuerpos”, comentó Zamora.
Las más expuestas a este tipo de acoso son, la mayor parte de las veces, las mujeres con menor educación formal.
Mariela Ponce piensa que la clave está en la educación en los hogares y en los valores que se les inculquen a los hijos. El fundamento está en el respeto hacia los demás.