Se acabó el amor aMessi
convertido por Lionel Messi, en la agonía del partido que dio este domingo el triunfo al Barcelona contra el Leganés, hizo poco por bajar la presión en el Barcelona.
Los culés se encuentran ahora en una situación poco vista para el exitoso club: tener que reconciliarse con sus aficionados.
Un concierto de silbidos acompañó a los jugadores durante el gris encuentro del domingo en el Camp Nou. Ello hizo que algunos futbolistas y el técnico Luis Enrique abandonaran la cancha disgustados y exigieran más apoyo del público.
Se trata de una situación poco común para uno de los clubes más exitosos del mundo en la última década.
Los problemas podrían agravarse si el equipo no logra un buen resultado el próximo fin de semana, ante el Atlético de Madrid, en el Vicente Calderón, donde los colchoneros suman cuatro victorias seguidas en la liga española.
“Eneste momento los jugadores no necesitan silbidos , necesitan apoyo, cariño y dar la vuelta todos juntos”, reprochó el técnico, Luis Enrique.
“Es que yo, como un aficionado de un equipo, silbar a un jugador del propio equipo, para mí no tiene sentido, pero evidentemente que cada uno puede demostrar su disconformidad de la manera que quiera”, dijo el entrenador.
Pero a la mayoría de los hinchas catalanes no les pasa todavía la derrota humillante por 4-0 que le propinó la semana pasada el París Saint Germain, en la Liga de Campeones de Europa.