¡Eliminados!
PACHUCA MANDA A LA ‘S’ PA’ LA CASA
se esfumó con la rapidez que se cocinan unas palomitas en el microondas, en solo dos minutos, porque apenas recibió el primer pepino se le vino el mundo encima y jaló con cuatro goles en el saco.
Sencillamente a Saprissa le faltó peso, figuras y malicia para encarar a un rival como el Pachuca, que en su casa hizo a la “S” como quiso.
El Monstruo lucía bien parado atrás aguantando al arranque, pero con poca ofensiva.
La bronca es que la cuerda en esta ocasión duró solo 28 minutos y un “horror” de Dave Myrie dejó en bandeja la opción para que los aztecas abrieran el marcador.
Con todo respeto para Dave y Carlos Watson, fue un error alinearlo y sobre todo ponerlo a marcar al peligroso Hirving “Chucky” Lozano.
El partido le quedó a Myrie comoun pantalón talla 40 en la cintura de un flaco, grandísimo y una torta suya provocó que se abriera el marcador.
Lozano tuvo al limonense por la calle de la amargura toda la mejenga y no le quedó más remedio que agarrar a Chucky en una de tantas veces que se le fue.
El tiro libre al sector derecho del área fue una jugada ensayada donde el que quedó viendo pa’l ciprés fue el volante Cristian Martínez, quien perdió la marca.
Jonathan Urretaviscaya la sirvió al segundo palo, donde Víctor Guzmán ya había despistado a Martínez y entró solito a definir al primer palo de zurda.
No se había aún repuesto el Monstruo del primer pepino cuando les montaron un baile que significó el segundo meco.
Urretaviscaya agarró la pecosa fuera del área y se fue quebrando caderas en una jugada adonde no le vieron ni el polvo.
Los defensores morados parecían conos ante los movimientos de cintura del charrúa que definió al primer palo de Carvajal con
un toquecito exquisito al 30’.
Con los goles, Saprissa se volvió como un bistec de peseta atrás, puro nervio y perdió su seguridad defensiva. Después de eso todos los ataques tuzos eran de mucho peligro, un puro casi, casi.
Los tibaseños tenían muy poco peso arriba y otra vez los remates de fuera del área fueron casi que la única opción.
Una lejana de Marvin Angulo y otra de Ulises Segura fueron las pocas oportunidades creadas.
A los morados les dolió no tener a Heiner Mora por la derecha, Hirving Lozano hizo lo que le dio la gana con Myrie, a diferencia de hace ocho días cuando Titi lo tuvo a mecate corto.
Además, Dave aporta poco en ofensiva a diferencia de lo que hace Heiner en ese aspecto.
Sin mucho qué perder, la “S” adelantó un poco en el segundotiempo con el ingreso deFabrizio Ronchetti, pero no se sintió en el marcador.
Por el charrúa salió el brasileño Anderson Leite, quien quedó noqueado al chocar jupa con jupa con el mexicano Emmanuel García. Por dicha el golpe solo fue un susto y no pasó a más.
El Monstruo se esforzaba tanates por llegar al marco contrario, mientras que los tuzos la armaban rápido y siempre sembraban peligro.
Pachuca tuvo dos claras antes de marcar el tercero que sentenció la mejenga, la sensación era que en cualquier momento caía.
Urretaviscaya, la pesadilla morada y quien los hizo leña siempre que quiso, apareció otra vez para meter otro centro al área que lo cerróFranco Jara de cabeza al segundo palo.
La cereza en el pastel la puso Danny Carvajal, otra vez el meta morado se la peló para consumar la goleada 4-0 a los 81’.
Roy Miller le devolvió un balón muy corto al ramonense y el Chucky Lozano se espabiló y se la quitó cuando el portero iba a despejar. Es decir, Danny se jaló uno de sus típicos Carvajalazos.
Lo visto en Tibás ilusionó a los morados con que los pronósticos fatalistas no se cumplirían, pero unavez en el estadio Hidalgo fueron otros cien pesos.
La grada amenizó los últimos minutos con canticos de “ole”, en una mejenga en la que al Monstruo se lo acomodaron de cuatro sopapos y demostró que el equipo no está para esos trotes.