Abue morada de la emoción
doña Cecilia Núñez siempre se la juega bonito para ir al estadio y apoyar al equipo de sus amores, el Saprissa.
La famosa abuela morada no lo piensa dos veces para agarrar un bus, taxi o hasta pedir “ride” con tal de ir a la Cueva o al estadio donde juegue el Monstruo sin importar el día o la hora.
Eso se complica ya que, además de su edad, le toca viajar desde San Ramón de Alajuela.
Pero la afición de esta especial fanática pasó a otro nivelya que el lunes jaló a México para alentar a la “S” en su mejenga de anoche ante el Pachuca.
De paso cumplió una linda meta, porque siempre anheló apoyar a su equipo fuera del país, pero nunca tuvo la platica.
“Era un sueño de hace años, entonces ya estaba resignada a que no se me haría realidad.
“No sabe cómo me siento, creo que solo Dios puede saber la felicidad que tengo en estemomento. A los 90 años vengo a cumplir un sueño porque nunca es tarde cuando la ilusión es grande”, dijo con gran alegría la abuelita, quien llevaba la camiseta del campeonato 33 del Saprissa, un pantalón, anillo y aretes del Monstruo y hasta las uñas pintadas de morado con una “S” en cada una.
¿Cómo llegó hasta allá? José Campos, del grupo Monstruo Locura, planteó la idea de cumplirle ese sueño a doña Ceci y la gente de Saprissa hizo todo lo necesario para llevarla.
“En el 2011 hicimos un trabajo con ella y ahí nos confesó que su sueño era ver a Saprissa fuera del país, pero no tenía los recursos.
“Nos quedó esa espinita y hace un mes planteamos la idea, casi no se logra. Para nosotros es emocionante verla allá”, contó José.
La abuelita morada ya sabía lo que era andar en avión pues hace más de 20 añospudo visitar a un hijo que vive en Nueva York, Estados Unidos, por lo que volar no fue problema.
“No, eso no me da miedo, más bien me encanta, podría andar en avión a diario (risas). Ysi me diera miedo me lo aguantaría con tal de ir a ver y apoyar a estos muchachos”, expresó la abuelita vecina de Moncho, quien se apuró para renovar el pasaporte pues apenas la semana pasada le dieron la buena noticia.
Sus 90 años tampoco fueron un problema para viajar porque dice que esta aventura la ha hecho sentirse como una chiquilla.
“Ahorita estoy como cuando a un chiquito le dan un juguete nuevo”, comentó muerta de risa.
Antes de ir al estadio pasó por el hotel donde estaban los jugadores y compartió con ellos.
Todos le dieron un abrazo, un beso o hablaron un ratico con doña Ceci. Realmente es como una abuelita para el equipo tibaseño.
“Todos son muy cariñosos conmigo, me hacen sentirme muy bien”, confesó con emoción y, además, satisfecha con la comida mexicana, la cual califica de muy rica. Los jugadores estaban todos contentos con su llegada.
“Es un orgullo y un gran senti- miento saber que está aquí con nosotros. Verle su cara de alegría”, comentó Marvin Angulo.
Ellos estuvieron con la ramonense antes de la charla técnica previa a la mejenga.
“Estamos muy contentos de tener una visita así porque siempre nos ha apoyado. Le agradecemos mucho”, dijo Roy Miller.
Después de despedirse de sus nietos morados y desearles toda la suerte del mundo se preparó para apoyar a su amado Monstruo fuera de nuestras fronteras.