G ii gantesco punto
HONDURAS 22D. 7 4 3 21B. 10M. 20J. 15R. 19A. 17 9 COSTA RICA 1 16C. 19K. 3 4 8 5 14R. 12J. 10B. 21M.
Al minuto nueve recibió una faltota dentrodel área del portero catracho Donis Escober y el salvadoreño Chicas se hizo el loco, por variar, cuando era penal clarísimo.
Luego, el hijo de Guima tuvo una clarísima oportunidad al minuto 24, pero se la comió tras un fenomenal pase de Ureña. Allí la sacó del estadio.
Ya antes nos habíamos salvado cuando Waston se hizo un ocho y sacó de la línea lo que era el primero hondureño, pues Keylor Navas le tapó bien a Andy Najar, pero su rebote le quedó a Alberth Elis, que por poco la mete.
El juego en partes transcurrió con más reclamos que fútbol, porque los ticos no le aguantaron nada al árbitro; sin embargo, Chicas siguió perdonan- do a los pupilos al punto que Emilio Izaguirre le metió un patadón por las partes nobles a Joel Campbell y ni la lengua le sacó.
Lo que nadie quería ni esperaba ocurrió al minuto 34, cuando Mario Martínez le filtró un pase a Alberth, quien le ganó la espalda a Oviedo y se topó con Keylor que le tapó bien el sorpresivo disparo, pero el rebote se lo encontró Lozano y la metió de chiripa para el uno por cero. Prácticamente, esa fue la última gran emoción de la primera parte.
Para el segundo tiempo hubo un cambio que le salió a pedir de boca al “Machillo”.
Al minuto 55 metió a Christian Bolaños por Rándall Azofeifa.
“Bola” entró como los grandes y terminó dando una asistencia más en esta eliminatoria para arrancar un punto de suelo catracho.
Bolaños entró sobrado, hacía pausas con gran categoría y Costa Rica estaba apretando.
La jugada clave llegó cuando Christian agarró la pecosa para cobrar un tiro de esquina y la colocó perfectamente en la cabeza del gigante Kendall Waston, quien con su fortaleza sacudió a sus marcadores y le metió un frentazo al balón para el uno por uno al 69’.
La Sele fue otra con el gol, pero faltaban ideas para hacer daño, esas que antes sobraban.
Keylor lució mejor que en México y al 77’ se jaló una gran parada, cuando apenas achicó y prensó la bola con su cuerpo evitando otro gol que hubiera sido desastroso.
En la agonía del juego los hondureños intentaron apretar, pero lucían frustrados, amarrados, y nunca llevaron verdadero peligro. Pinto se quedó con las ganas.