Valiente porteña vive un calvario
CINCO HOMBRES LA TIRARON DE CARRO EN MOVIMIENTO
cumple hoy doña Deisy Mercedes Espinoza Acevedo de no dormir tranquila y no es para menos.
Ella sufrió el domingo un violento asalto en el que cinco hombres la subieron a un carro y después la golpearon brutalmente, en Herradura, en Garabito de Puntarenas.
Doña Deisy nos contó ayer, en su casa en Herradura, lo que le ocurrió. Ella tiene que estar acostada pues tiene unas heridas en las rodillas que no le permiten ni sentarse.
Esta mujer estaba el día del asalto junto a su novio Dennis Dunn enla parada delbus, a la entrada a Herradura, cuando un carro con cinco hombres se les atravesó. Dos de los sospechosos le pegaron al novio.
La mujer al no saber qué hacer empezó a correr para tratar de conseguir ayuda, pero dos de los bichos se fueron detrás y al alcanzarla trataron de meterla por la ventana del carro donde le quitaron su celular, y el bolso. Ella forcejeó y logró soltarse.
“En ese momento me devolví al carro, y metí mis brazos para re- cuperar mi bolso. Uno de los hombres me sostuvo y me jaló, me metió medio cuerpo al carro, así anduvo el carro como unos 300 metros, uno de ellos me golpeó y me lanzó a la carretera, el carro iba como a 40 kilómetros por hora, fue tanto el forcejeo que quedé rendida y con muchas heridas”, relató la valiente mujer.
Testigoclave. El asalto fue visto por un taxista quien decidió seguir a los sospechosos y llamar a la Policía, lo que permitió que los detuvieran en las cercanías de la plaza de Herradura. A los hombres, de apellidos Díaz, Chinchilla, Rivera, Campos y Arias les decomisaron las pertenencias de Deisy y su no- vio, además, en uno de los zapatos uno de los sospechosos tenía escondido el celu de la víctima. Enel bolso la mujer andaba ¢85 mil y $135.
Para doña Deisy desde ese momento ha sido un calvario.
Asegura que tiene mucho miedo y pese a que la Fiscalía pidió prisión para los sospechosos, el Juzgado de Garabito los dejó libres la tarde del miércoles y solo les dictaron medidas cautelares.
“Tengo mucho miedo, no puedo dormir, no dejo de pensar en ese momento, y lo que más temor me da es que otras personas se conviertan en víctimas por eso decidí denunciar, quedé muy afectada, estoy en cama y muy adolorida, así me voy a tener que quedar por va- rios días”, dijo resignada.
Para ella es indignante que los hombres quedaran libres después de tanto salvajismo y de que los pillaron con la evidencia.
“En la Fiscalía me dijeron que podemos llegar a conciliación. Yo dije que no, yo no quiero plata, quiero que ellos paguen por lo que hicieron ya que pueden ser otras personas las que sean víctimas”, comentó.
Esta porteña asegura que esperará a que el juicio por robo e intento de homicidio llegue a los tribunales, pues no está dispuesta a permitir que el hampa le robe la paz.