Historia con final dulce
en la ciudad iraquí de Erbil, celebra el regreso de Christina, una niña secuestrada hace tres años.
En 2014, la familia Ezzo Obada tuvo que huir de la ciudad de Qaraqosh ante el avance del grupo Estado Islámico. Estaban en un bus cuando unos combatientes yihadistas le arrebataron a su hija. Más de cinco meses después oyeron que su hija estaba con una familia en otro barrio.
Las fuerzas iraquíes reconquistaron la parte oriental de Mosul a principios de año. La familia con la que vivía Christina huyó de Mosul recientemente. El jueves el hermano mayor de la pequeña, recibió una llamada telefónica en la que le pedían que fuera por ella.