México también ganó en losm anazos
de rugby o un show de lucha libre fue lo que ofrecieron este miércoles México y Nueva Zelanda en la Copa Confederaciones. Ambos cuadros se dedicaron más a pelear y darse de manazos y patadas que a jugar fútbol.
Los aztecas ganaron 2-1 dando la vuelta al marcador con goles de RaúlJiménez a los 54minutos y de Oribe Peralta a los 72. Los oceánicos se habían adelantado a los 42 con gol de Chris Wood.
Desde el primer tiempo las cosas se salieron de control, lo que provocó al menos tres pleitos diferentes durante todo el partido. Aquello fue un todos contra todos, no se salvó nadie de las malacrianzas, en un duelo donde increíblemente nadie vio la tarjeta roja.
Uno de los que estaba como agua para chocolate en el primer tiempo fue el entrenador de México, el colombiano Juan Carlos Osorio, quien madreó al banquillo rival luego de una polémica jugada a los 27 minutos, donde se lesionó el defensor azteca Carlos Salcedo.
El nuevo jugador del Eirtracht Frankfurt de Alemania se lastimó al chocar dentro del área con el delantero neozelandés Chris Wood. Salcedo quedó de rodillas en el césped agarrándose el hombro izquierdo, mientras las acciones continuaban como si nada.
Wood, incluso, remató a marco, lo que puso como un miura al entrenador del campeón de la Concacaf, a quien tuvieron que detener para que no se fuera a agarrar con el técnico rival, Anthony Hudson.
Los reclamos de los jugadores también iban y venían y esa acción calentó los ánimos para lo que quedó de partido.
En el segundo tiempo, principalmente del bando oceánico, el juego brusco se hizo presente con patadas y jalonazos.
Cuando la mejenga estaba por terminar, se armó otra bronca mucho peor, donde los guamazos salían por todo lado y ni el árbitro Bakary Gassama de Gambia o el famoso sistema de video arbitraje, VAR, pudieron identificar a los bronqueros.
Todo comenzó luego de que Diego Reyes frenara un contragolpe con un jalón de camiseta y se encendieran los ánimos. En eso un neozelandés se mandó en un plan- chetazo y ahí se fregó todo.
Los jugadores de Nueva Zelanda y México comenzaron a empujarse, mientras que Héctor Herrera lanzó un cabezazo.
Al final de la bronca revisaron por vara los videos porque a pesar de que se ve clarito el cabezazo que metió Herrera, solo le sacaron la amarilla.