MEJOR JUNTICAS

Jiménez, de 77 años y ganadora del premio del lunespasado, fue por su obsequio con su hija Ney, quien les huye a cámaras, pero la señora le pidió que se tomaran las fotos juntas.

Aunque Ney le dijo a su mamita “no me haga eso”, doña Mariquita no aguantó nada y se mandó con su hija en la foto. “Siempre salió”, dijo la feliz ganadora.

Ney es la hija que la acompaña a todo lado. A misa, al hospi, a un mandado, a cambiar premios y su mamá no podía dejarla fuera de la foto.

“Ya con las vecinas no se puede salir por el peligro. Salgo con mi hija, me acompaña siempre, a todo lado”.

Pero Jiménez no se queda sin hacer nada. En la mañana se empuncha con el oficio de la casa y el almuerzo y en las tardes lee La Teja y busca siempre qué hacer. “El periódico lo vuelvo al revés

y al derecho, lo leo to- do, me gusta mucho. Después acomodo la cocina y luego bordo o leo la Biblia y ya se va la tarde. También rezamos la coronilla de la Divina Misericordia”, dijo.

Como creyente que es no está de acuerdo con los matrimonios entre personas del mismo sexo, tan de moda en estos días, pero tampoco se pone en un plan de juzgadora.

“No estoy de acuerdo, pero creo que se deben aceptar todo lo que están haciendo, pero para uno no son”, comentó la afortunada.

Lo que sí fue para ella fueron los gritos de felicidad que se armaron en su casa el lunes, cuando le avisamos que había ganado ¢300.000. “Vieras qué alegría, todos brincaron de la noticia que yo les tenía que dar. Uno es pobre, imagínese que un regalito de esos nadie se los da. Estoy muy agradecida con La Teja y con todos los periodistas”, añadió. Dijo que compartirá el premio con los más allegados y que guardará una partecita de la tejita y media. Además, se cambiará los lentes y le dará a su esposo, Ilman Picado.