Un grande dijo adiós
JERRY LEWIS MURIÓ A LOS 91 AÑOS
y actor estadounidense Jerry Lewis, quien se desenvolvió tanto en el escenario como detrás de las cámaras a lo largo de seis décadas, murió ayer a los 91 años.
Fue uno de los cómicos más populares de los años 50 y 60 en Estados Unidos y perfeccionó el rol de tonto payaso en comedias como “The Nutty Professor” (“El profesor chiflado”). También ganó reconocimiento como escritor, actor y filántropo.
“Jerry murió apaciblemente en su casa de muerte natural, rodeado de su familia y de los suyos”, dijo Nacy Kane, su representante.
Lewis fue un artista completo, creador incansable de piezas de humor, esencialmente visuales. Fue conocido tanto por sus esfuerzos para crear conciencia sobre la distrofia muscular como por su icónica marca de comedia física.
Nacido con el nombre de Joseph Levitch en Newark (Nueva Jersey), el 16 de marzo de 1926, en una familia de artistas judíos de origen ruso, salió al escenario a la corta edad de 5 años.
“Uno no es serio cuando tiene perpetuamentenueve años”, decía de sí mismo este comediante hijo de padre y madre artistas, que lo llamaban “Señor Neón”.
Lewis, que actuó en más de 60 películas, fue igualmente productor y director.
Luego de probar suerte en la escena en Nueva York, todo cambió a los 20 años, en 1946, cuando se embarcó con el cantante Dean Martin, en una de las sociedades más exitosas del entretenimiento .
Lewis y Martin se retroalimentaban mutuamente en segmentos cómicos, hoy considerados clásicos, poblados de caídas, golpes y mucha agua.
Firmaron un contrato a largo plazo con los estudios de cine Paramount Pictures y comenzaron su carrera a dúo con “My friend Irma”.
En más de 50 años, sus películas recaudaron 800 millones de dólares, una cifra impresionante, dado que los billetes de cine no costaban más de 50 centavos en el apogeo de su popula- ridad.
Diez años después decidieron seguir su carrera en solitario.
Lewis se convirtió en intérprete principal de filmes dirigidos a menudo por Frank Tashlin, como “The Geisha Boy” ("Tú, Kimi yyo") y “Cinderfella” ("El Ceniciento").
Tras una década de ausencia del cine, se reencontró con su público en “Hardly working”, antes que Martin Scorsese, en 1983, y Emir Kusturica, en 1991, le ofrecieran un papel dramático en “The King of Comedy” ("El rey de la comedia") y “Arizona Dream” (“El sueño de Arizona”), respectivamente.
Paralelamente a sus actividades artísticas, Jerry Lewis, padre de siete hijos, se ocupaba activamente de los minusválidos físicos y mentales.
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