Tractor trágico
MUERE MAQUINISTA
Wálter Navarro Esquivel sentía una gran pasión por trabajar con maquinaria pesada, pero sufrió una trágica muerte al ser atropellado por uno de los maquinones que tanto quería.
El joven, de 28 años, era hijo de un trailero y heredó el gusto por todo tipo de chunchones.
Navarro laboraba este lunes con un tractor en la preparación de un terreno, en el camposanto Colinas de Paz, en San Antonio de Desamparados.
Wálter se subió a la máquina a las 7 de la mañana y prendió el motor, para que fuera calentando, mientras tanto, se bajó un momento para hacer otras cosas, pero el vehículo no estaba bien frenado y se le fue encima.
El tractor tenía puestas las orugas en lugar de llantas, lo que hizo que al atropellarlo se le desprendieran por completo las piernas.
Cuando los paramédicos de la Cruz Roja llegaron a atender la emergencia quedaron impactados por lo que vieron. Ellos llamaron de una vez a la Policía y a los agentes del OIJ, para que hicieran el levantamiento del cuerpo.
Los compañeros del muchacho y los trabajadores del cementerio quedaron muy afectados por la desgarradora escena y prefirieron no hablar con La Teja.
Pueblo dolido. Wálter vivía desde hace más de 20 años en Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago, y era un ejemplo de lucha.
“Yo lo conozco desde que eraun chiquillo y es muy doloroso saber la forma en la que murió. Un hermano de él, que estaba en Golfito, me llamó y me contó. Todos ellos son amantes de esas máquinas. Ese otro hermano maneja una vagoneta para la empresa MECO”, relató una vecina, quien prefirió no decir el nombre.
“Wálter siempre fue muy trabajador, él y los hermanos sacaron el sexto de la escuela y de una vez se pusieron a trabajar. Nunca tuvo tiempo para andar en malos pasos ni en cosas raras”, agregó entre lágrimas la mujer.
La víctima vivía desde hace varios años con su compañera sentimental y tenía una hija de solo cinco añitos.
Según contaron los allegados de Navarro, la novia se fue para el cementerio apenas se enteró del fatal accidente.
Buenos recuerdos. Entre el dolor que sienten los conocidos de Wálter, los buenos recuerdos que tienen de él les da un poco de consuelo.
“Hace como unos doce años, cuando estaban construyendo estas casas, Wálter estuvo ayudando y esas son cosas que uno no olvida, siempre ayudó en todo lo que pudo”, expresó la lugareña.
“El siempre pasaba frente a mi casa y me saludaba, era muy amable y por eso uno no entiende la muerte tan trágica que tuvo ese muchacho”, expresó otra vecina que tampoco quiso identificarse.
Los familiares del operario estaban destrozados por el suceso y prefirieron no hablar con la prensa sobre lo ocurrido.
La Teja también trató de comunicarse con los encargados del camposanto Colinas de Paz de forma personal, por teléfono y por correo, para saber qué acompañamiento le darán a la familia del trabajador, pero no fue posible obtener respuesta.