Desde sol
gotas de sudor, mientras tensa los músculos del brazo y las venas del cuello parecen que se le van a estallar, así es como Satoko Yamanouchi, de 56 años, libera toda su energía en el campeonato japonés de fisicoculturismo, que hace poco reunió a 34 mujeres, casi todas mayores de 50.
Pese a su esfuerzo, la máxima figura del fisicoculturismo japonés femenino perdió su título de campeona y eso la tiene agüevada.
“He estado patética, una medalla de plata no vale nada para mí. Simplemente significa que he sido la mejor de las perdedores”, dice Satoko, excampeona (de 1,58 metros de altura y 50 kg de peso).
Yamanouchi cree que contribuye a romper los estereotipos sexuales en un país obsesionado por todo lo lindo (“kawaii”).
“Cuando les digo a las personas que soy fisicoculturista, les da un poco de miedo. Al principio a mi marido no le gustó nada que posara en bikini delante de público”, explicó Yamanouchi, que volvió a practicar deporte al final delos cuarentenaparamantener la forma.
En Japón, el fisicoculturismo lo practican principalmente mujeres entre los 40 y 50 años.
“Quiero ser bella y mantener mi feminidad. No me siento como una ama de casa”, sonríe.
El número de fisicoculturistas afiliados a la federación japonesa se ha duplicado en los últimos seis años para alcanzar casi tres mil personas, de las que el 10% son mujeres.
Varias disciplinas del fisicoculturismo han visto la luz, como el "fitness en bikini", que ha convertido a Yuri Yasui en modelo de portadas de revistas.
Doble campeona de Japón, esta mujer de 33 años ha sido “contaminada” por el virus del entrenamiento intenso, pese a que al principio solo buscaba perder peso.
“Cuando comencé a entrenarme seriamente, mis padres estaban radicalmente en contra, al igual que mis amigos”, admitió Yasui, una empleada bancaria en Nagoya, que ganó su primer título nacional 10 meses después de empezar a competir.
Yasui come carne de caballo dos veces al día para limitar la grasa corporal y esculpe su cuerpo siguiendo a un ícono del feminismo gringo.
"Desde mi época de la universidad, adoro a la Mujer Maravilla). Quería ese cuerpo de cintura estrecha, grandes pechos y nalgas redondeadas", afirmó.