Basura mató a coco
Ni los cocodrilos, que son capaces de digerir hasta un rinoceronte podrido, están a salvo de la gran cantidad de basura que envenena las aguas del río Tárcoles.
Un coco, de unos tres metros de largo, murió esta semana, luego de que, aparentemente, se jamó varios kilos de basura que estaban en una bolsa en el río.
Esto le provocó una terrible intoxicación al inmenso reptil, que terminó mandándolo al más allá.
El animalote palmó en elTárcoles; sin embargo, el cuerpo fue arrastrado hasta playa Bajamar, en Puntarenas, donde unas personas lo encontraron tieso, rodeado de basura y con más desechos dentro del hocico.
La mayoría de estos desperdicios provienen de San José, Alajuela, Cartago y Heredia, donde habitan casi 3 millones de personas y se ubica el 80 % de las industrias.
¿Cómo murió el coco? Juan José Sánchez, biólogo del tribunal ambiental del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), le dijo a La Teja que para mala suerte de este y los demás depredadores, el río Grande de Tárcoles está conectado con los afluentes más contaminados del país, que son el Virilla, María Aguilar, Ocloro, Torres, Tiribí, Quebrada Seca, Burio, entre otros.
Sánchez explicó que según los datos que tienen, este cauce es el más sucio de Centroamérica, por lo que no sería nada raro si en los próximos días aparece otro bicho muerto.
Agregó que sacan del río unas 200 toneladas de porquerías al mes, es decir, el mismo peso que tienen 40 carros livianos.
El lagarto murió posiblemente intoxicado; sin embargo, Marco Levy, del Comité de Vigilancia de los Recursos Naturales del Minae, añadió que el deceso fue lento y muy doloroso.
“Estos animales no tienen (sentido del) gusto, ellos abren el hocico y comen, posiblemente lo que se comió fue una bolsa de basura que tenía carne por dentro, que le pudo ocasionar un gran malestar. Ellos no son como los humanos u otros animales que si no les gusta algo no se lo comen”, dijo.
Bicho tenía 25años. Sánchez nos explicó que analizando el tamaño del pobre reptil, podía tener entre 25 y 30 años, es decir, estaba jovencito.
La “esperanza de vida” de esta especie es de 100 años.
Los estudios que tiene el Minae indican que en el Tárcoles viven aproximadamente 3.450 de estos colmilludos, todos en peligro de morir igual o peor que la última víctima.
Sin soluciones. Levy detalló que los problemas son dos, el primero es la falta del conciencia que tienen los ticos sobre el manejo de la basura, mientras que el segundo es la invasión que ha hecho el ser humano de los lugares donde viven estos depredadores.
“Hay muchas construcciones nuevas que están cerca, lo que eventualmente pueden provocar es que la gente de estos sitios también contamine y los desechos caigan donde viven estos animales”, mencionó.
“El fondo de este río tiene todo tipo de cosas, botellas, llantas, mallas, hasta partes de carro que afectan a los cocodrilos y su calidad de vida”, continuó.
Tobías Murillo, alcalde de Garabito (cantón donde apareció el bicho) contó que están preparando una demanda contra las municipalidades de San José, Heredia, Alajuela, Cartago, Tibás y Moravia entre otras, ya que a su criterio estos cantones son los que más basura lanzan a los ríosysus gobernantes se hacen los rusos.
“Es increíble que pase esto, aquí también sufren los vecinos, porque tienen que aguantar malos olores, es un milagro que con tanta cosa que nos dejan aquí no se haya desatado una epidemia”, sentenció.
Murillo reconoció que al año hacen unas 40 campañas de limpieza, pero que eso no es suficiente para acabar con el problema.
Tirarles comida los jode. Cuando se pasa por el famoso puente sobre este río, es común ver aturistas ticos y extranjeros tirándoles comida.
Sánchez señaló esta práctica es negativa, ya que todo lo que les arrojan se lo comen, pensando que es comestible.
“Ellos piensan que es comida, fácilmente una bolsa que se tire puede contener botellas y ahí se presenta un problema para la salud del animal”, expresó Sánchez.
Cabe destacar que estas criaturas pueden durar hasta seis meses sin probar bocado. Cuando se alimentan les meten el diente a vacas, conejos, ranas y pájaros.