Dos cocos querían comerse apeón
VECINO DE PALMAR SUR PASÓ DOS DÍAS SUBIDO A UN ÁRBOL JUNTO A SUS PERRITOS, DURANTE LA TORMENTA NATE
temer lo peor. Sin embargo, al alzar la vista vio el arbolote y se dio cuenta de que esa podría ser su salvación.
“A como pude me subí a un árbol de sota caballo, como a unos cinco metros de altura, ahí en una horqueta pasé desde el miércoles hasta el viernes, estuve acompañado de mis dos perritos: Princesa y Canelo”, contó.
Aunque logró huir del agua, Mendoza comentó que aún no se sentía a salvo.
Temía que el árbol se viniera abajo y esto fuera aprovechado por dos “cocos” que no le quitaban la mirada de encima.
“Yo solo veía agua por todos lados, había mucha corriente y el árbol se mecía de un lado al otro. Cerca de mí nadaban dos cocodrilos enormes”, añadió.
Don Fernando relató que pasó subido en ese árbol hasta el viernes, pero a mediodía ya no aguantaba, porque no había tomado agua ni comido.
“Con miedo y tomándome el riesgo de ser cazado por los cocodrilos, bajé del árbol y caminé unos quinientos metros con el agua al cuello, y caminé unos cuatro kilómetros por entre palmas, hasta llegar a Finca 5”, explicó.
Mendoza dijo que en ese lugar varias personas lo ayudaron a él y a sus peluditos, le dieron agua y galletas, después llegó una patrulla de la Fuerza Pública, que lo llevó hasta un albergue en Palmar Norte, donde todavía se encuentra.
“Solo Dios me tiene con vida”, expresó don Fernando.