“Gorila” se aferró al narcotráfico
AUTORIDAD ZARANDEA A LA BANDA MÁS FUERTE DEL NORTE DEL PAÍS
Ramos, uno de ellos apodado “Gorila” y líder de una banda narco, fueron detenidos la madrugada de este martes en San Carlos.
“Gorila”, de 28 años, invertía las ganancias en camiones, transporte de maderas y compras de parcelas que ni siquiera estaban inscritas. Además le encantaban las fiestas con mujeres y licor.
Las autoridades escucharon por primera vez de Gorila en el 2010, cuando era un vendedor de droga. En ese momento comenzó a crecer junto a su hermano en el negocio hasta llegar a ser uno de los narcotraficantes más fuertes.
Junto a ellos cayeron otras 26 personas que integraban la red narco más grande de la zona norte. Entre los capturados hay dos mujeres, que se dedicaban a vender las drogas y dos menores de edad.
Aeste operativo se le llamó “Caso Gorila” y participaron en él unos 280 investigadores judiciales, más de 100 oficiales de la Fuerza Pública, 29 fiscales y jueces. El seguimiento a los sospechosos estuvo a cargo de las sedes del OIJ de San Carlos y Los Chiles.
Se realizaron 28 allanamientos simultáneos y es considerado uno de los golpes más grandes contra este tipo de comercio ilícito, sobre todo por estar en una zona rural y generar mucho daño, dijo Wálter Espinoza, director del OIJ.
Los operativos se iniciaron a las 4 a. m. y fueron en Santa Rosa de Pocosol, Ciudad Quesada, Santa Fe, San Antonio, San José del Amparo, Acapulco de Pocosol, San Antonio de Los Chiles y Guatuso.
Wálter Espinoza afirmó que “Gorilla” era quien se encargaba de mover la marihuana, la cocaína y el crack desde Búfalo y Batán hasta Pocosol de San Carlos (donde él vivía). Para conseguir esta droga invertía por quincena entre ¢8 millones y ¢10 millones.
Su hermano era su mano derecha y se encargaba de contactar clientes y ayudar con las ventas. Otros tres tipos de apellidos Rodríguez, Sánchez y Mora eran quienes se encargaban de distribuirlas.
Dentro de la organización identificaron a un hombre de apellido Toledo, quien era el que se encargaba de las amenazas, además era el gatillero. De momento se le acusa de dos tentativas de homicidio.
Estos operativos se decomisaron ¢4 millones en efectivo, drogas, algunas armas de fuego y varios vehículos.