Camarógrafos bailarines
“ÑATO” Y “MENCA” SE LUCEN CON SU BRETE CADA DOMINGO EN LA PISTA DE DANCING WITH THE STARS
Chaves y Cristian “Menca” Ugaldenoson de los participantes en “Dancing with the stars”, pero con el brete que hacen cada domingo demuestran que saben mover el esqueleto.
“Ñato” es camarógrafo y “Menca” el asistente estrella en el canal de trencito. Los dos manejan una cámara especial llamada Gimbal que es un sistema que consiste en un armazón que se coloca Marco en los hombros y en la cintura para llevar la cámara, mientras que Cristian anda un chaleco donde guarda la batería de la cámara.
Ellos están conectados entre sí por un cable, por lo que su trabajo en la pista de “Dancing” debe ser preciso, de lo contrario, sería un desastre. Si uno de los dos fallaun segundo, las imágenes del programa que captan con la cámara no llegarían a los televisores del público. Además, ellos se pueden caer o jalarse cualquier otro tortón que en televisión sería imperdonable.
Solo el armazón y la cámara que lleva Ñato pesan 20 kilos.
Marco y Cristian vienen siendo una de esas yuntas que son carga pesada, algo así como el Chompiras y el Peterete, Chucho y Checho o Juan Vainas y Chibolo.
Durante la competencia de Dancing, mientras Marco tiene los ojos puestos en los participantes, Cristian tiene que tener como mil ojos para guiar y direccionar los movimientos de Marco.
Cada domingo, esta pareja se la juega para hacer tomas desde la pista de baile cuando los partici- pantes están en vivo en plena competencia. Así que, mientras el reto de los bailarines es no quedar sentenciados, la prueba de fuego de Ñato y Menca es no meterse en las tomas que hacen sus otros compañeros.
“Lo más difícil es cuando llegamos los domingos y nos dicen que cambiaron algunos movimientos de las coreografías, luego de que ensayamos una cosa desde el viernes que empiezan los ensayos enla pista”, contó Cristian.
Al principio Marco hacía todo solo, pero era difícil, porque entre la cámara y el chaleco le quitaban mucha movilidad. Luego tuvo otros compañeros que lo asis- tían, pero no lograron cumplir la misión.
“Se distraían mucho y con que lo cuidaran a uno era suficiente, pero desde que pusieron a Cristian todo ha salido muy bien. Siempre está atento, conoce el equipo y puedo llamarlo con toda la confianza para decirle que lo arme. Cuando a veces me han puesto otro asistente no es lo mismo. Cristian es como mis ojos”, expresó Marco.
Aunque ellos no son los participantes del concurso, pasan en una pura meneadera, pero detrás de cámaras. “Nosotros tenemos que saber qué ritmo van a bailar, porque de eso depende el tipo de movimiento que nosotros hagamos con la cámaras, por ejemplo, si es un vals, la entrada la tenemos que hacer lenta, pero si es un merengue la entrada y la salida debe ser muy rápida”, explicó Cristian. Las metidas de patas no son frecuentes y aunque les han pasado varias veces al aire, han salido bien librados. “Un día andaba un Yipy (sorbeto con chocolate) en la bolsa de atrás del pantalón y cuando me percaté lo vi en media pista de baile, a como pude le pegué un patadón y ni sé dónde fue a parar. “Sabía que si salía en la toma me iban a regañar, después de esa vez ya aprendí que no debo de andar nada, ni el celular”, son parte de las anécdotas de Cristian.