TRAVIESA CÓMPLICE
Acevedo se topó con la suerte de ganarse los ¢300 mil que sorteó La Teja este jueves entre sus lectores.
Gracias a eso se quedó con ¢150.000 en una tarjeta de regalo y los ¢150.000 para cambiar en Ópticas Visión, pero dice que se llevó el susto de su vida porque esta vecina de barrio Luján por poco pierde la llamada porque su nietica Aislín, de 3 añitos, se le adelantó al teléfono.
“Es la primera vez que gano, todos los días activo los códigos, mi nieta me recuerda que lo haga en las mañanas, pero en las tardes está tan ansiosa de saber si ganamos que se me adelanta con las llamadas y este jueves ella le- vantó el teléfono y apenas me dio tiempo de tomar el teléfono y no dejar ir el premio”, contó.
Esta amable lectora no se pierde una edición de La Teja desde que salimos, en el 2006. Cuenta que los chinos del barrio siempre le guardan una para que no le falten jamás cuando no le da chance de pasar en las mañanas. “Cuando me llamaron estaba toda emocionada y le conté ami hija Kattia de la travesura de su hija y ella me sugirió que la llevara conmigo para tomarnos la foto juntas. Ella estaba tan emocionada que me preguntó si la foto salía de inmediato”, explicó. La felicidad va a compartirla con sus hijos y nietas. La orden de compra en Óptica Visión la va a usar para regalarle unos anteojos a su hijo Edwin. Con la tarjeta de regalo piensa darse unos gusticos y piensa llevarse a las nietas a comerse una cajita feliz. “Estoy muy agradecida con Dios y con ustedes que tienen estos premios tan buenos para nosotros los que leemos La Teja”, aseguró. Gracias a usted, doña Yami.