El Cardenal de la discordia
LES PRESENTAMOS AL RUCO QUE ENFRENTÓ A PIZA Y AL DOCTOR HERNÁNDEZ
Una acusación del candidato del partido Republicano, Rodolfo Hernández, sobre el caballo que botó a Rodolfo Piza en el tope del Erizo del 2016 alborotó el debate de Repretel del jueves por la noche.
El doctor Rodolfo Hernández afirmó que el ruco que llevó su tocayo aquella vez al desfile era del empresario Juan Carlos Bolaños y que eso demostraba los lazos de Piza con el cuestionado caso del cementazo.
Antes de que el médico pudiera terminar la frase, el candidato de la Unidad estalló.
“¡No mienta, era de don Pedro Sánchez, ¡no mienta, no mienta. Yo lo voy a acusar penalmente, no mienta, ¡no se vale mentir de esta manera!, no es cierto, el caballo era de don Pedro Sánchez!”, repetía Piza chivísima.
Las redes sociales se alborotaron de inmediato y todos se preguntaban de cuál caballo hablaban y quién es Pedro Sánchez.
Aquí se locontamos. El misterio quedó resuelto este mismo viernes, cuando don Pedro Sánchez nos recibió en Alajuela para llevarnos a la hacienda Don Eladio, en Las Vueltas de La Guácima, en Alajuela y que es propiedad de don Enrique Arroyo.
Ahí encontramos a “Cardenal”, un caballo iberoamericano (cruce de criollo con andaluz) de 14 años. Este es el fino animal que Piza usó en el tope y que don Pedro le vendió a don Enrique poco después del ac- cidente en el desfile de el Erizo.
Don Pedro compró a “Cardenal” en las cuadras de don Juande DiosMuñoz, en Liberia, siete años atrás. “Lo vi en un tope al que fui a Liberia y me gustó mucho por el tamaño y la figura, es de un caballo muy elegante. Lo montaba mi señora y, desgraciadamente, fue el responsable del accidente de Piza”, contó don Pedro este viernes.
“En el 2016 presté a Cardenal a don Rodolfo Piza, sabía de su amor por los caballos y que quería participar del tope y mi cuadra estaba muy cerca, así que era lógico que consiguiera uno cerca”.
Sánchez es un ingeniero alajuelense pensionado y criador de caballos. Obviamente nunca pensó que su amada bestia y su amigo, ahora candidato presidencial, iban a verse enredados de nuevo en un “accidente” en medio de un debate y a pocos días de las elecciones nacionales.
Lo que pasó en el tope del 2016 fue un problema con el freno (que va en el hocico del animal). Eso provocó que “Cardenal” se asustara y se levantara sobre sus patas traseras tirando a Piza al suelo. A partir de ese momento el ruquito se convirtió en un recordatorio del triste incidente.
“Al ver yo a mi amigo en el suelo y no poderlo acompañar al hospital porque yo andaba con los dos caballos, el de él y el mío... Cada vez que lo veía (a Cardenal) me acordaba de esa figura tan horrible, de él (Piza) en el suelo retorciéndose del dolor, entonces decidí vendérselo a don Enrique porque a él le gustaba mucho y me había ofrecido comprarlo antes”, recordó. Don Pedro y don Enrique acordaron la venta con el compromiso de que si algún día Enrique se decide a venderlo, el primero y único en la lista sería el mismo don Pedro. “En varias ocasiones le había ofrecido comprárselo, pero él no aceptaba. Fue hasta que pasó el accidente y que ya no podía ver al caballo sin sentirse triste cuando aceptó”, explicó don Enrique. Nada que ver Los dos criadores confirmaron que el caballo nunca ha pasado por las manos de Juan Carlos Bolaños ni está pringado de cemento de ningún tipo.
“A mí me llamó mucho la atención porque (el escándalo del cemento chino) es un caso que tenemos presente y (le sorprendió que el doctor Hernández) saliera con esa barbaridad de que era de Juan Carlos Bolaños”, dijo Arroyo.
Mal informado. Don Pedro Sánchez cree que todo es producto de la mala asesoría del doctor Rodolfo Hernández, quien no verificó la información que alguien le dio. No cree que se hayan confundido con la “J” del fierro que luce “Cardenal” porque esa marca es la de Juan de Dios Muñoz.
“Al doctor lo hicieron mentir por mal asesorado o es mentiroso por naturaleza, ese es su problema. Yo ya no siento lo mismo por el doctor, la admiración y eso que sentía se acabó porque si es un asunto de paternidad nadie quiere un padre mentiroso”, dijo don Pedro.