OLIMPIADAS A -18°C
que disputan los Juegos Olímpicos de Inviernoen Pyeongchang se enfrentan a temperaturas muy crudas que podrían llegar a afectar gravemente su rendimiento, en caso de que no tomen precauciones necesarias.
Fiel a lo que su nombre indica, estos juegos deben desarrollarse en un contexto marcado por las bajas temperaturas, pero el caso particular de Pyeongchang supera, incluso, a los pronósticosmás crudos, con una sensación térmica promedio que puede llegar a alcanzar los -18 grados centígrados, gracias a las fuertes ráfagas de viento en zonas montañosas.
Mientras que los norteamericanos estrenan unos nuevos abrigosconun sofisticado sistema de climatización alimentado por sus propias baterías, desarrollado por Ralph Lauren, diseñador del uniforme oficial del “Team USA”, los canadienses presumen de sus propios pantalones para la nieve con calefacción.
Hay quienes recurren a métodos menos científicos como el chocolate caliente, favorito entre los noruegos.
Algunos equipos usan técni- cas probadas durante décadas, como la vaselina para proteger a la piel expuesta.
Pero una de las innovaciones de este año ha sido el uso de cinta de quinesiología, normalmente aplicadaen distintas partes del cuerpo como la espalda y las piernas para dolores musculares, en la zona del rostro expuestas.
Otro de los dispositivos que más llama la atención, tanto de los fanáticos presentes como de los televidentes, es una especie de silbato que actúa como un “intercambio de calor”. Su fabricante asegura que es indispensable en caso de encontrarse fuera al correr, escalar, esquiar o cualquier otra actividad a bajas temperaturas.
Básicamente lo que permite es ejercitarse de forma mucho más sencilla sin empañar las gafas protectoras o mojarse el rostro. Además, el falso silbato ayuda a respi- rar mejor cuando se tiene un resfriado, tos o dolor de garganta.
El hecho de que colabora a aumentar la temperatura general del cuerpo, lo ha vuelto un objeto codiciado por atletas de todo el mundo en Pyeongchang.
De cualquier manera, expertos aseguran que el riesgo de congelación o hipotermia continúa siendo relativamente bajo para los deportistas dado que las temperaturas deberían bajar hasta los -25°, cosa que dichosamente todavía no ha ocurrido.