Ella marca la cancha
ENTREVISTA CON NAVAS
Aparicio, la nueva fiscala general, es una mujer que marca la cancha desde el inicio. Algo que queda claro con su presencia, el saludo y su forma de vestir.
Este miércoles ella nos recibió en un ambiente movido por los allanamientos y la detención de cuatro funcionarios del Banco Popular pringados por el cementazo.
Tres agentes de seguridad vigilaban cada movimiento de la nueva jefa.
A las 11:30 a.m. nos llevaron a un salón donde había una mesa grande con varias sillas y unos tres minutos después llegó doña Emilia.
A pesar del corre corre tenía un semblante fresco y agradable, el rostro asomaba una sonrisa cordial y al acercarse extendió la mano derechapara darun apretón de manos fuerte, que anunciaba que estábamos frente a una mujer con gran presencia y seguridad.
Se sentó en la cabecera de la mesa con la espalda recta y con las manos entrelazadas, muy consciente del lenguaje corporal que la hacía ver como una mujer de poder.
Se nota que doña Emilia cuida mucho su apariencia: su peinado estaba perfecto, usaba un maquillaje sobrio que le favorecía mucho. Lució unos aretes pequeños y una cadena dorada con un dije redondo de tamaño mediano.
La ropa ni se diga, una enagua negra que le llegaba a las rodillas, una blusa blanca y un saco con figuritas blancas y negras que la hacían ver muy elegante.
Fuimos francos con esta egresada de La Salle (también estuvo en el María Auxiliadora), ya que aunque nos habían ad- vertido que por motivos de seguridad no podríamos hacerle preguntas personales, le confesamos que habíamos incluido algunas.
– ¿Acostumbraba salir de abanderada, tocar en la banda o participar en otras actividades escolares?
(Sonríe tímidamente, guarda silencio y con la cabeza indica que no).
– ¿Por qué abogada? Ehmm… porque me gustaba argumentar y litigar.
– ¿Cómo entró al Poder Judicial?
Recién graduada vine a la oficina que entonces se llamaba de personal y pedí los requisitos para ingresar a la institución. Hice poquitos nombramientos en sustitución, como jueza mixta y laboral, después conocí al entonces fiscal de la República, don Eduardo Araya, quien me ofreció la posibilidad de trabajar de forma meritoria (sin pago), lo hice de tiempo completo durante un año y una vez graduada inicié con nombramientos de fiscal.
– ¿Soñaba con ser fiscala general?
No, para nada.
– ¿En qué momento se dio cuenta de que ese cargo era una posibilidad?
En el 2010, cuando don Francisco Dall’Anese se retiró.
– ¿Qué libros le gusta leer en su tiempo libre?
Ehmm… Hace casi seis meses inicié uno que se llama “Palabra de Primera Dama”, que tiene que ver con la exprimera dama de los Estado Unidos, Michelle Obama, pero no he podido terminarlo por razones estrictamente de trabajo (lo dijo riendo). – ¿Qué tipo de películas le gustan?
(Hace silencio) Bueno es que, como esas cosas son personales… ya va demasiado…( sonreía tímidamente). – ¿Le puedo preguntar si le gusta bailar?
No, mejor no hablemos de eso. (Luego de esa respuesta decidimos omitir las otras preguntas personales). – El día del nombramiento como fiscala general (lunes anterior), ¿cómo se dio cuenta de la decisión?
Tenía a micompañeraIsabel Rojas viéndola (la elección) por ‘streaming (transmisión por Internet) y yo estaba leyendo documentos, entonces ella me comentó que la votación había sido unánime. De forma inmediata recibí una llamada de doña Patricia Bonilla, que trabaja en el despacho de la Presidencia, para que me presentara en Corte Plena. – ¿Cuál fue la primera sensación?
Bueno, fue un nuevo ejercicio de introyectar (incorporar actitudes) la responsabilidad que estaban poniendo en mis manos. – ¿El reto más grande?
Capacitar a los fiscales y fiscalas para que atiendan adecuadamente todo tipo de investigaciones. Hay que capacitar a la población nueva y hay que especializar a la población con experiencia. – ¿Cómo hara para que los ciudadanos recuperen la confianza en la Fiscalía General? Atendiendo todos los casos y fundamentando bien las decisiones finales. – ¿Qué fue lo más duro de los últimos meses como interina? Bueno… es que todas las tareas han tenido que ser atendi- das con celeridad y no es algo que yo esté haciendo sola, sino con un equipo de fiscales y fiscalas. Hemos tenido que dedicar mucho tiempo a los casos que están en investigación y a tomar decisiones a nivel presupuestario y administrativo en toda la institución, entonces eso significa que tenemos que aprovechar las 24 horas de todos los días de la semana.
– ¿Qué mensaje les da a las mujeres que la ven como un ejemplo a seguir?
Yo creo que las mujeres saben que pueden estar altamente calificadas para puestos de dirección, el problema es que en esta sociedad existe un techo de cristal y eso significa que siempre se nos ha limitado el acceder a esos puestos.
El nombramiento de mi persona es un paso importante para romper con esa cultura de que los puestos de mando y de dirección no pueden ser tomados por mujeres. Yo no soy solo Emilia Navas, yo represento a todas las mujeres profesionales y técnicas que trabajan en la institución y mis decisiones van a ser tomadas con equidad de género, es decir, tanto hombres como mujeres van a tener oportunidades para los ascensos.
Falta de costumbre. Al final de la entrevista Navas posó para unas fotos, pero antes confesó que aún no se acostumbra a estar tanto tiempo delante de las cámaras. “Me cuesta mucho eso de las fotos y de posar”, mientras se levantaba de la silla y buscaba su mejor ángulo.
Finalmente, con la misma sonrisa con la que nos recibió, nos dio de nuevo un fuerte apretón de manos y se despidió amablemente. Un equilibrio que refleja que estamos en buenas manos.