EL “SEÑO” CON TÚNEL DELTIEMPO
LUGAR DE INNUMERABLES ANÉCDOTAS FUE CONVERTIDO EN MUSEO
Superior de Señoritas hay un túnel que lleva a inicios del siglo pasado.
Se trata de una especie de corredor en la planta baja que despertó muchas historias.
Esa espacio misterioso, oscuro y lúgubre, fue transformado enelmuseode la instituciónyel “Seño” proyecta abrirlo este año, en su 130 aniversario.
La historia fantástica más comúnes la que cuenta la profesora Enriqueta Castro, encargada del museo, quien afirmaque hace muchos años una pizarra cubría la entrada y ese espacio no tenía iluminación y el piso era de tierra. Cuando las alumnas lograban meterse, decían que el túnel iba a dar hasta la catedral.
“En realidad, esta parte del edificio se dejó sin nada y para el terremoto de 1924 hubo gente que dijo que había que bo- tarlo, hasta ingenieros dijeron que había quedado falseado”, explicó Castro.
Entonces, Auristela Castro de Jiménez, directora de entonces, pidió una segunda opinión y le dijeron que la estructura había que reforzarla.
“Cien años después el edificio sigue en pie, pero esta parte quedó oscura y sin acceso y cuando las muchachas se quedaban solas, quitaban la pizarra y semetían a oscuras por el pasadizo y claro, con el piso de tierra y sin luz, les parecía que caminaban kilómetros”, expresó Castro.
A 60 metros. En realidad, caminaban unos sesenta metros, primero por un pasadizo angosto y luego se llegaba a dos especies de salones, que en la oscuridad no se apreciaban.
En los salones hay salidas de aire y cuenta Castro que muchas veces las estudiantes aprovecha- ban para asustar a los alumnos del Liceo de Costa Rica, que por tradición se quedaban en las afueras del cole para saludar a las del Señoritas.
“En el 2010, con la restauración que se le hizo a la institución se pidió habilitar esta parte como museo”, dijo la profesora. Hoy la gente del “Seño” trabaja en ordenar documentos, acomodar muebles y tantas cosas que usaronlas alumnashace muchos años.
La idea es abrir el museo este mismo año. Allí el visitante podrá encontrar los uniformes desde 1888. Cuenta Castro que el primer unifome está inspirado en como llegó vestida una vez Esther Castro, una alumna de mucha importancia para la institución. Desde ese entonces, el colegio ha tenido cuatro uniformes y todos estarán en el museo.
Dos pianos. Pero el Colegio Superior de Señoritas tiene demasiada historia y uno de los tesoros más queridos es un pre- cioso piano que este año fue restaurado y que será estrenado en abril omayo, enunconcierto probablemente dado por Jack Sagot.
El ejemplar es Bechsten, reconocidamarca alemana y del cual, de ese estilo, solohaydos enAmérica Latina, según Itzel Anguizola, profe de música.
Según Enriqueta Castro, la historia oral dice que el piano fue estrenado en una asamblea del cole por Carlos Enrique Vargas Méndez (1919-1998), hijo del también músico José JoaquínVargas Calvo (1871-1956). Ambos fueron profesores en el Señoritas.
Descalzas. Una vez, en los noventas, cuenta Enriqueta, hicieron un concurso de anécdotas y una de las que ganó la recuerda con mucho cariño, porque su mamá se la confirmó.
“Decía la historia que las muchachas que venían de la zona sur de San José andaban por calles embarrialabas y se venían descalzas. Metían los zapatos y lasmediasen una bolsaybuscaban una compañera que viviera en la entrada de San José. Entonces, pedían permiso, se lavaban los pies, se ponían las medias y los zapatos y llegan limpias al cole”, dijo.
Al escuchar esto, otra exalumna dijo. “Qué dichosas, las que veníamos de Tibás no podíamos hacer eso porque la carretera era de macadam (piedra machacada) y no podíamos quitarnos los zapatos. Al contrario, gastábamos más de un par en el año”.
Historias así encierran las paredes de esta gran institución y el museo tiene la gran misión de rescatarlas.