Chepito, Francisco y los jóvenes
A pocos días de la Semana Santa, el papa Francisco habla de un refrescante tema: los jóvenes. Para estos días santos, cuando muchos tendrán libre, es muy oportuno el momento para reflexionar sobre el asunto.
¿Quiénes no tenemos muchachos en nuestras familias, ya sean hijos, sobrinos, hermanos menores, nietos...? El papa invita a los jóvenes a que “hablen con franqueza y con total libertad” y en nuestras casas debemos hacerles la misma invitación. Francisco reconoció que quedó muy sorprendido por los correos que recibe en los que los jóvenes confiesan que necesitan ayuda de los adultos.
“Con frecuencia, se habla de los jóvenes sin preguntarles. Incluso los mejores análisis sobre el mundo juvenil, aún siendo útiles, no sustituyen la necesidad del encuentro cara a cara” afirmó. “Muy a menudo se deja solos a los jóvenes que tienen que mendigar empleos que no garantizan un mañana”, recalcó al hablar del desempleo, del suicidio, de la soledad que viven y hasta de los tatuajes.
“No se espanten con los tatuajes. Nunca. Es más bien un señal de pertenencia”, dijo. “También en la Iglesia debemos aprender nuevas modalidades de presencia y cercanía”, reconoció.
Pero antes que la Iglesia, creo yo, todo empieza por casa. Allí es donde ellos primeramente deben ser escuchados y orientados sobre sus sueños, ilusiones y temores.