¿Y los hijos?

Es muy importante que en las relaciones de pareja se tomen en cuenta a los hijos, ya que muchas veces por no ponerse de acuerdo respecto a la educación y en la formación de los pequeños, las parejas se desgastan tratando de demostrar quién tiene la razón. Lo peor es cuando uno delos dos, manipula la disciplina con los hijos para ganarse el favor de estos, lo quegeneraun grandesorden en el desarrollo educativo y formativo de los hijos. A veces sucede que uno de los dos es más permisivo y el otro más autoritario, de lo que se aprovechan los hijos para manipular y obtener permisos y concesiones. Esto produce roces en las relación de pareja, ya que los hijos saben perfectamente hasta donde llegar y cuando traspasar los límites. Si un padre es mas autoritario, entonces ellos tratarán de saltar las reglas y cuando un padre es muy permisivo, las reglas no existen, ya que los hijos hacen lo que les de la gana.

Casi siempre la persona que trata de poner el orden en la familia es la que menos simpatía genera, pero aquí no se trata de quedar bien con los hijos, se procura ayudarlos en tener su propia identidad y para que lo consigan la unidad de los padres en la aplicación de las reglas es fundamental. Esta unidad debe ir acompañada de comprensión, tolerancia, respeto, cariño y estímulo, aspectos básicos para el desarrollo sano e integral de los hijos.

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