Temor por violador
La liberación de un violador en serie, a pesar de los informes advirtiendo del riesgo dequepodríavolver a atacar, generó este jueves un escándalo en España, todavía consternada por el caso de una pandilla que abuso sexualmente de una joven.
Las imágenes del agresor abandonando la cárcel de madrugada, tras veinte años de condena, llena- ron los programas de televisión.
Tapándose la cara con una capucha, el hombre, condenado por
15 agresiones sexuales a punta de navaja, además de dos intentos, perpetrados en Barcelona entre
1997 y 1998, lamentaba el daño causado y aseguraba estar recuperado. Sin embargo, la Fiscalía activó un protocolo de vigilancia especial a su salida tras recibir un aviso de los servicios penitenciarios de un “riesgo moderado o alto de reincidencia”, lo que sembró temor espe- cialmente en el barrio de la Verneda, donde residía.
El jueves por la tarde, gruposfeministas convocaron a una manifestación en la zona, indignadas por la liberación del llamado “Violador de la Verneda”.
Su condena total era de 167 años, pero la sentencia estipulaba que el tiempo máximo de encarcelamiento eran 20.
“Convocamos a todos a movilizarnos ante la liberación del llamadoviolador de laVerneda, noreha- bilitadoyque suponeunriesgopara las mujeres de nuestro barrio”, afirman distintas entidades.
La liberación llega en pleno debate en España sobre las agresiones sexuales, debido a la controvercia por el caso de “La Manada”, cinco hombres de entre 27 y 29 años acusados de violar en grupo a una joven de 18, durante las fiestas de San Fermín de Pamplona en 2016.
El tribunal los condenó a nueve años de prisión por “abuso sexual” en vez de “agresión sexual”, la tipificación correspondiente a la violación, que requiere del uso de la violencia y la intimidación, al entender que la víctima no se resistió a los abusos.
Incluso, uno de los tres jueces abogó por la absolución de los cinco jóvenes calificando los hechos, grabados en vídeo por los mismos muchachos, como “actos sexuales en un ambiente de jolgorio”.
La sentencia generó indignación en la sociedad, especialmente entre los grupos feministas que el 8 de marzo se lanzaron a las calles durante una huelga demujeres para reclamar una igualdad real de derechos.
Pero en el caso del “Violador de la Verneda”, la abogada de las víctimas no culpabiliza al sistema judicial, sino a los servicios penitenciarios que fueronincapaces de rehabilitar al preso.
“Las víctimas sienten desazón, angustia, no quieren revivir esto”, aseguró María José Varela.