BENDITO OLVIDO
La rutina diaria de doña Yamileth Muñoz incluye ir por La Teja todas las mañanas, sin embargo, ayer estuvo muy atareada y se acordó de comprarla hasta pasado el mediodía.
Corrió a la panadería que está cerca de su casa, en Guatuso de Patarrá, y topó con la suerte de llevarse la última que quedaba y que resultó ser la que le premió con ¢300 mil.
“Cuando llegué me dijo la encargada ‘qué suerte,
aquí le quedó la última’. Lo que ella no sabía era que me estaba poniendo el premio en las manos”, contó. Nuestro sorteo diario le dejóun premio repartido en una tarjeta de regalo por ¢150.000 y un certificado con un paquete de salud por otros ¢150.000 que incluye un masaje terapéutico, servicio de dentista, exámenes de sangre y consulta con el médico.
Ese premio lo llegó a retirar la nieta, Valentina Miranda. “No tengo un lugar fijo para comprarla (La Teja) adOnde vaya me la llevo, nome puede faltar y nunca dejo de activar porque no quiero dejar pasar la oportunidad. ami hermana María del Pilar le digo que lo haga porque ella la compra todos los días y a veces no la activa”, contó. Algo que asegura no va a pasar más porque su hermana se quedó sorprendida y picada con la suerte de doña Yamileth, que la activó como a las 2 p.m. y a la 5 p.m. ya la estaban llamando con el premio. Este regalo lo aprovecharÁ para chequear su salud y comprarse algunas cosas que ya están pidiendo cambio en su cocina.