¿Amigos y amantes?

Siempre ha existido en las personas, principalmente cuando están enamoradas, el ideal de pensar: ¿qué quieren tener y qué quieren ser? Cuando la persona desea ser más que esposo o esposa, las intenciones de su corazón son sanas.

Además de lo asignado por Dios a través del matrimonio, muchas veces se desea ser amantes y amigos. Ser amantes se puede lograr venciendo la rutina y tratando siempre de sorprender a la pareja. Ser amigos es más complejo, ya que existen algunas facetas de la amistad, que a veces los esposos no pueden cumplir, como escuchar, no opinar, no sugerir a menos que se les pida y ser totalmente neutrales.

En la amistad profunda, es cuando hay que reír que se ríe y cuando hay que llorar que se llora y solo se está ahí para dar un abrazo, cuando la otra persona lo necesita.

A nivel de esposos a algunas personas se les hace más difícil abstenerse de dar consejos y a veces hasta órdenes, perocon paciencia y perseverancia se puede lograr en el matrimonio la entrega total, por lo tanto se es más que un compañero de vida.

Dios dice en su palabra que son una sola carne y si Dios es el centro de la relación, su Espíritu Santo va a guiar a la pareja a toda verdad y a que sirvan de ejemplo para sus hijos, así que les propongo intentar llegar a ese grado de comunión con sus parejas para que encuentrenenel otroelapoyonecesario y alcancenunnivel de matrimonio distinto.

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