Apareció Doggy en San Ramón
CHIQUITA YA DUERME FELIZ
A Raquelita ni le pasaba por lamenteque su granamigode ocho años finalmente había regresado a su casa, por eso cuando su mamá le dijo que cerrara los ojos porque le tenía una sorpresa, jamás habría pensado que era Doggy.
Cuando lo vio el corazoncito se le aceleró e hizo lo que hacen los buenos amigos, se abrazaron y lloraron. El reencuentro se dio este martes.
Doggy es un perrito de peluche que el 24 de agosto anunciamos como perdido en alguna calle de San Pedro de San Ramón yque tenía de cabeza a la comunidad, pero afortunadamente ya está con su dueña.
Es la segunda vez que aparece (la primera se fue solo tres días), pero en esta ocasión desapareció casi dos meses.
“Es más pata de perro que un perro de verdad”, nos dijo con sonrisa doña Aylín Mata quien no cabía de la contentera por ver la sonrisa de su hija.
El abrazo que se dieron Doggy y Raquelita fue bien largo. Ella jamás perdió la esperanza de que regresaría, algo en su corazón le decía que en cualquier momento volverían a pasar las noches juntos, porque el peluchito duerme con ella.
Instinto de madre. Pero, ¿cómo fue que apareció el querido peluchito?
La “resurrección” del perrito se dio dieciocho días exactos después de que realizamos la publicación en La Teja, doña Aylín recibió una misteriosa llamada de unvecino que le dijo que había encontrado a Doggy cerquita de un basurero.
Como el corazón de una madre jamás se equivoca, de inme- diato esta vecina de San Ramón sintióquesí era el peluchedesu hija.
“Yo, al igual que mi hija, jamás perdí la esperanza de encontrarlo, por eso con la llamada de una vez me dije que sí era.
“Claro, como les comenté aquel 24 de agosto, Doggy tiene dos señitas especiales que mi hija es la única que las identifica, yo veo una, pero la otra no. Entonces al recibirlo lo revisé muy bien y pude comprobar que sí era, algo sucio pero era. Por eso lo primeroquehice al llegar a casa fue lavarlo”, comentó la mamita, quien nos aseguró que el peluchito estaba chinguito porque el lazo rojo que tenía cuando se perdió, había desaparecido.
La lavada le quitó aquel olorcito a Raquelita que siempre tuvo después de ocho años siendo su mascota “peluchesca”; sin embargo, másrápido que ligero, la mamita del cachorrito lo perfumará para que vuelva a tener ese olor oficial de la familia Arroyo-Mata.
“Hay una conexión especial entre mi hija y ese peluche, no se trata de dinero, tampoco del tamaño, es que ella lo tiene muy metido en el corazón. En el 2017, cuando ya estaba desesperada de buscar (la primera vez que Doggy se fue de casa), publiqué un anuncio en Facebook y por dicha apareció, un muchacho de La Paz de San Ramón, ¡oiga!, un lugar larguísimo, lo tenía y nos hizo el favor de devolvérnoslo… fue un reencuentro precioso”, recordó doña Aylín en la publicación que hicimos el 24 de agosto. ¡Creció la familia! Las histo- rias tiernas, en su granmayoría, tienen un final feliz y esta es una de ellas.
Doggy se perdió casi dosmeses y, como nada que aparecía, había que hacer algo para que Raquelita dejara de sufrir y, lo principal, volviera a dormir tranquilita ya que sentía mucho la ausencia de su amiguito.
“El Día del Niño (el domingo pasado) nos fuimos a darle una buscada más a Doggy por todo el centro de San Ramón y de una vez, por aquello, le dijimos a Raquelita que si era posible la llegada de un nuevo perrito de peluche en la casa”, contó la mamá. Raque pensó primero en Doggy, recordó doña Aylín, pero no le desagradó del todo la idea de otro amigo, por eso se puso a buscar uno en varias jugueterías de Moncho, hasta que le pasó exactamente lo mismo que hace ocho años, una conexión inmediata con un perrito cafecito y apapachable, al que casi de inmediato le puso nombre: Brownie.
“El amor por Doggy es total y ahora tiene a Brownie, por eso va a dormir superacompañada. Un papá es feliz cuando sus hijos son felices y ver la cara llena de alegría de mi hija no se paga con nada. Estoy muy agradecida con la gente que meayudó abuscar el peluchito y también agradezco a quien lo encontró y me lo devolvió… esperemos que ya no siga de pata de perro”, comentó con una gran sonrisa esta mamita poeta.