Guerrerita llena de fortaleza
Nicole Morales la conocimos esta semana mientras luchaba por sobrevivir con la ayuda de los modernos equipos con los que se atienden a los bebés prematuros en el hospital San Juan de Dios.
Esta bebita, que nació de
24 semanas, pesó apenas
740 gramos y midió 33 centímetros cuando vino al mundo el 26 de agosto. Su frágil estado de salud se vio afectado por una bacteria y un hongo que logró superar con la ayuda de los especialistas que la cuidan las
24 horas. Gracias a ese trabajo logró alcanzar un peso de
1.380 gramos y creció hasta los 42 centímetro, lo que llena de esperanza a su mamá Ericka Morales, una alajueliteña que se estrenó como mamá.
Como ellas, decenas de familias ven como en un momento inesperado lo que debía ser un embarazo de 37 semanas se reduce y se pone en riesgo el desarrollo del bebé, al que le toca terminarde crecer en unaincubadora que cuenta con un ambiente simulado y que los protege mientras los órganos se desarrollan. “Yo vengo a verla todo el tiempo que puedo, ha sido muy difícil verla así, me asusté un montón y han pasado muchos días de mucho peligro”, comentó doña Ericka mientras la cargaba.
Si la bebé sigue creciendo y se logra recuperar podría pasar la Navidad en su casa rodeada de su familia.
Hospi amigable. El doctor Roberto Araya, jefe del Servicio de Neonatología del hospital San Juan de Dios, explicó que no hay una regla exacta que determine cuáles complicaciones va a tener un bebé que nace prematuro. “Todo depende de qué tan desarrollado esté al tiempo que nace, inclusive si es un parto múltiple, lo importante es revisar todos los posibles escenarios para garantizar que mientras se recupere no falle ningún órgano que los pueda dejar con una discapacidad o que pierdanla vida”, explicó el especialista. Algo que ayuda mucho a mejorar la recuperación de los bebés es que los padres y la familia los pueden visitar las 24 horas.