DEL MAR AL TAMAL
SODA DE CAHUITA NOS PRESENTA UNA NOVEDAD NAVIDEÑA
Solo en Limónpodían tener el ingenio de cambiar la receta original del tamal para inyectarle el sabor caribeño.
A doña Lucía Chavarría, dueña de la soda Kawe, en Cahuita, se le prendió el bombillo el mes pasado con una gran idea: ¿por qué no hacer tamales de pescado?
Sabiendo ya que el buen amor debía estar en la receta, doñaLucía avanzó. El otro paso fue definir el tipo de pescado y la empunchada señora decidió usar macarela, una variedad muy gustada en Limón (ver nota aparte).
Ya con eso definido cocinó varios pescados en una olla y con el caldo mezcló la masa.
Utilizó puros condimentos naturales: chile panameño, que jamás puede faltar en un platillo caribeño que se precie de serlo, buen chilito dulce, cebollita, ajo y un poquito de consomé. Le añadió un ingrediente secreto que ni a palos quiso revelarnos, pero aseguró que le da un toque delicioso.
Para la parte de adentro le puso arrocito, papas y zanahoria y un pedazo de filete de macarela frita. Finalmente los cocinó a la leña (el toque característico de la soda) y listo, a esperar que estuvieran listos. Kawe es un local tradicional del tranquilo pueblo costero que es Cahuita. Muchos turistas, tanto locales como extranjeros, llegan a diario atraídos por el menú, cocinado todo a la leña, algo que le da a la comida un sabor especial.
“La gran ventaja acá es que el filete de pescado es fresco, no hay miedo a enfermarse. Y además compro el pescado a gente local, así nos ayudamos entre todos”, agregó esta microempresaria que resultó ser muy chispa, porque hasta le ganó a McDonalds eliminando las pajillas de su negocio antes de que la enorme empresa anunciara que lo había hecho.
“Ha sido muy vacilón porque primero la gente se asombra (con los tamales de pescado) y luego de probarlos dice que están ricos, que saben como a mariscos”, dijo la dueña.
En Kawe comenzaron a vender los ricos tamales el sábado pasado 1 de diciembre, apenas para inaugurar el mes. En esa oportunidad hicieron 45 tamales y se vendieron como pan caliente.
El lunes hicieron más y este miércoles se acabaron, hoy piensan hacer otra tanda y mantener la venta todo diciembre, porque tuvieron buena salida y quieren seguir conquistando paladares.
Como el negocio queda a 100 metros del parque nacional Cahuita llega gran cantidad de turistas extranjeros, a los cuales la receta los tiene como locos.
El tamalito con fresco o con café cuesta un rojito y la piña para llevar ¢1.500. También venden de cerdo y de pollo y están a punto de sacar los vegetarianos con palmito, maíz dulce y chayote.
Esta gente de Kawe está en todas. La CCSS aconseja comer tamales con moderación e incluso hizo un llamado a hacerlos de pollo, pues tienen menos grasa que los de cerdo. Estamos seguros que los de pescado también son una opción muy saludable.
Pensé que con buena sazón y amor iban a salir bien, así que por curiosidad puse manos a la obra”.
LUCÍA CHAVARRÍA
DUEÑA