Preso cómodamente en su chozón
El exgobernador venezolano Eduardo Manuitt Carpio, de 63 años, está encerrado en su chozón y además tendrá que usar tobillera electrónica durante sesis meses para controlar sus movimientos y garantizar que hará caso de la medida cautelar que le impusieron.
Él fue arrestado el miércoles pasado como sospechoso de retener, torturar, agredir y amenazar a cuatro peones ganaderos para obtener información de los ladrones que le robaron cinco vacas.
Otros dos extranjeros de apellidos Manuitt Morao, de 25 años, hijo del político; y Martínez Camero, de 38, tío de Morao, también fueron detenidos y cumplen la misma medida impuesta por el juez.
Dos ticos que trabajan para los empresarios ganaderos, identificados con los apellidos Aguilar Aguirre, de 36 años y Villalobos Montero, de 22, también figuran como sospechosos en la causa, pero a ellos solo les prohibieron acercarse, no perturbar y/o molestar a las víctimas, ya que las autoridades judiciales dicen que se comprobó que tienen arraigo domiciliar, por lo que el riesgo de fuga es mucho menor que en el caso de los venezolanos. Justicia en sus manos. Los sospechosos habían denunciado en el OIJ el robo de las cinco vacas el 14 de abril pasado. Ellos querían tener respuestas prontas y decidieron tomar la justicia en sus manos para dar con los ladrones.
Para ello habrían retenido a cuatro hombres los días 14, 15 y 23 de abril. Primero agarraron a un peón y lo hicieron hablar, después fue otro. Posteriomente en otro golpe capturaron a dos peones al mismo tiempo. Presuntamente en las tres ocasiones los sospechosos llegaron en carros a las casas de las víctimas, en Coronado, las sacaron a la fuerza y las llevaron a una de sus propiedades.
Una vez que tenían a los hombres los maniataban, los torturaban, los golpeaban, los amenazaban con armas de fuego y los mantenían privados de libertad el tiempo que quisieran. Una de las retenciones duró tres horas, otra seis y otra quince.
La Policía Judicial detalló el día de los arrestos que el 22 de abril los ganaderos recuperaron las vacas robadas y aún así, un día después cometieron el último ataque.