20 años al tabo por traición y homicidio
Tres integrantes de la banda de Luis Martínez Fajardo, alías el Pollo, pasarán los próximos 20 años en la cárcel por traicionar y matar a Wendy Batista como parte de una venganza.
Los condenados son tres hombres de apellidos Álvarez, alias Rata Calva; Rivera, conocido como Gazú; y Morales, a quien le dicen Messi.
La sentencia fue dada a conocer este lunes en los Tribunales de Cartago.
Los jueces dijeron que no les quedó duda de que los sujetos planearon el homicidio de la mujer para desquitarse de Kenneth Batista, hijo de la víctima, quien decidió salirse de la agrupación del Pollo.
Varios familiares de Wendy estuvieron en la sala de juicio y, al escuchar la decisión de los jueces, soltaron el llanto y alzaron la manos agradeciendo a Dios por la condena.
“Ha sido un proceso muy difícil, hemos sentido como un vacío en nuestros corazones por la muerte de Wendy, ha sido muy doloroso, nos cambió la vida por completo. No estamos del todo satisfechos con la sentencia porque eso no nos la va a devolver, pero al menos esos hombres van a pagar por lo que hicieron”, relató una de las familiares, quien prefirió no decir el nombre.
“Esta etapa no se cierra hoy, la muerte de Wendy nos sigue causando mucho dolor y en el debate revivimos los momentos duros que ella vivió. En la familia muchos hemos estado recibiendo tratamiento psicológico y otros parientes tuvieron que huir de donde vivían por amenazas que recibieron”, agregó.
Además de estos tres hombres condenados, dos menores de edad ya habían sido enjuiciados por participar en la muerte de la mujer, a uno le metieron 8 años y para el otro ordenaron un nuevo juicio.
Los jueces ordenaron que los asesinos permanezcan seis meses en prisión preventiva mientras la pena queda en firme.
Trampa mortal. El homicidio de Wendy ocurrió el 3 de agosto del 2017, en Coris de Cartago.
Rata Calva, Gazú y Messi la subieron a un carro con el pretexto de que la llevarían a un lugar donde se reunían familiares de privados de libertad, ya que su hijo Kennth estaba preso, pero en realidad era una trampa para matarla.
En el juicio declaró Marco Antonio Rey, compañero sentimental de la víctima y papá de uno de los menores de edad que participó en el homicidio.
El testimonio de él fue clave para esclarecer el caso, ya que él vio a la mujer subirse al carro de los condenados el día del crimen.