La Teja

SOSPECHOSO ROMPIÓ EL SILENCIO

- Alejandra Portuguez Morales alejandra.portuguez@lateja.cr

’La niña olvidada’ la escribí en las madrugadas de 4 a 7 de la mañana, preferí esas horas para concentrar­me”

“La niña olvidada”, así se llama el libro que relata el asesinato de Josebeth Retana Rojas.

Ronald Moya Chacón, es el autor y nos contó que el mayor reto para finalizar el texto fue obtener una entrevista con Alexánder Salamanca Segura, señalado durante la investigac­ión del OIJ como el único sospechoso de la muerte de la menor; sin embargo nunca fue llevado a juicio.

Moya es un experiment­ado periodista y abogado, trabajó en Grupo Nación durante 25 años como reportero y editor de sucesos y judiciales.

El homicidio de la pequeña de 8 años ocurrió el 5 de setiembre del 2005, su cuerpo apareció el 11 de setiembre de ese mismo año dentro de un saco en la quebrada Lajas, en Ticari de Horquetas de Sarapiquí. La niña fue golpeada de manera salvaje y lanzada al río aún con vida.

El escritor se esforzó durante ocho meses para tener un acercamien­to con Salamanca, quien nunca le quiso hablar a la prensa. Además, tampoco tuvo la oportunida­d de ser indagado por la Fiscalía para dar su versión.

“Sin lugar a dudas, hablar con Alexánder Salamanca fue el mayor desafío que tuve durante la escritura del libro, el primer acercamien­to fue por medio de mensajes de WhatsApp y por audios que le dejaba cuando lo llamaba, algunas veces no me respondía y cuando lo hizo fue con la negativa de ser entrevista­do. Me acerqué a sus familiares, amigos, pero la respuesta era la misma, que no iba hablar del tema”.

Aun sin esa entrevista, Moya comenzó con su redacción luego de regresar al sitio del suceso, entrevista­r a la familia de la menor y a los investigad­ores, además de internarse en el Archivo Judicial, donde estaba el expediente de este homicidio, lleno de polvo y en el olvido desde el 2007.

El autor le siguió insistiend­o a Salamanca y justo cuando había perdido la esperanza de que el libro tuviera el balance planeado, el hombre le aceptó tener una reunión.

Ambos se vieron en una cafetería de Puerto Viejo de Sarapiquí; Salamanca rompió el silencio y lo que le dijo aparece en el último capítulo del texto.

“Es de pocas palabras” Lo primero que le dijo Salamanca al escritor es que no le gustaba hablar sobre el tema de Josebeth porque cada vez que sale en los medios de comunicaci­ón pierde el trabajo. “Me dijo, ‘le digo de una vez que no maté a Josebeth, cuando el caso de ella sale en la prensa y se menciona mi nombre, la gente cree que yo la maté,

me tratan muy mal’”, recordó el escritor.

Salamanca no se dejó fotografia­r, actualment­e tiene 45 años, cuando ocurrieron los hechos tenía 30. Él se dedica a la construcci­ón y a cultivar palmito de pejibaye.

“Es una persona de pocas palabras, es de mediana estatura, delgado, pelo lacio, ojos negros, con bigote, de caminar lento, tiene brazos largos, de piel oscura, se ve que es constructo­r o agricultor como lo afirma. Es un trabajador, no es ningún vagabundo.

“Le hice varias preguntas y da su versión que prácticame­nte lo transcribo en el libro, algunas respuestas son muy débiles, él queda debiendo en algunas respuestas porque es contradict­orio con su misma versión, en algunas partes se enreda o no tiene respuesta”, mencionó el autor.

Moya recordó que tanto Salamanca como él grabaron la entrevista.

“La reunión fue de casi una hora, quedé satisfecho con la entrevista y no nos volvimos a ver desde febrero anterior.

“Mi propósito era plantearle a él lo que decía el OIJ y él responde, obviamente niega los cargos, yo le pregunté: ‘sí usted no mató a Josebeth, ¿quién la mató, qué sabe usted?’ y me dijo, ‘¡ojalá lo supiera, yo no fui!’”, expresó el escritor.

Salamanca sí aceptó que tuvo una cercanía con la familia de la niña, pero negó que se diera un abuso sexual contra la niña y su muerte.

El libro tiene 15 capítulos, salió a la venta este mes y se encuentra en las principale­s librerías del país, vale ¢7.000.

Ronald Moya autor

 ?? CORTESÍA. ?? Ronald aprovechó las madrugadas para escribir el libro.
CORTESÍA. Ronald aprovechó las madrugadas para escribir el libro.
 ?? CORTESÍA ?? Moya le agradeció a su esposa, hijos y nietos.
CORTESÍA Moya le agradeció a su esposa, hijos y nietos.

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