NUEVO BOLT ES VIKINGO
En un atletismo huérfano de un gran ‘showman’ desde la retirada de Usain Bolt, el noruego Karsten Warholm, que este lunes revalidó su título mundial de 400 metros vallas, podría ser un digno heredero por su reputación de bromista, como deja bien claro en las redes sociales.
En Instagram, Warholm, de 23 años y que celebró su oro de este lunes luciendo un casco de vikingo, acostumbra publicar imágenes de sus entrenamientos y sus viajes, pero en muchas de ellas permitiéndose un momento de diversión.
Una que ha repetido en varias ocasiones es la de posar de es
23 años tiene la nueva estrella del atletismo mundial
paldas, incluso en calzoncillos, dejando ver un hilo de agua con el que simula que está orinando delante de un paisaje. El líquido se ve que proviene realmente de una botella de agua que oculta con su cuerpo.
Pero con el que realmente constituye un dúo cómico es con su entrenador Leif Olav Alnes, quien tiene cuarenta años más que él, pero con el que se entiende a la perfección.
Juntos trabajan desde 2015, cuando este exatleta de pruebas combinadas optó por trabajar a su lado.
“Para mí fue un flechazo inmediato. Vale, era viejo y hablaba de jubilarse, pero yo estaba seguro de que iba a ser perfecto para mí, simplemente tenía que convencerle de que aceptara esta aventura”, explicó el noruego a Spikes, la revista de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
En las redes sociales, los dos bromean habitualmente con su diferencia de edad y de físico.
En una de las últimas fotografías en Instagram de ambos salen sin camiseta, en un entrenamiento en Doha. El torso musculado de escultura griega de Warholm, con gesto serio, contrasta con un sonriente y relajado Alnes, superando los 60 años y sin envidias de la musculatura de su pupilo.
Un “bromance” en toda regla, como el propio Warholm sentencia en el mensaje que acompaña esa imagen.
Chao cervezas. Warholm también ha compartido fotos en la que apunta a su maestro con una pistola de agua, simulando una escena de tortura, con el técnico atado. Ilustraba entonces de forma humorística cómo había tenido que batallar contra la postura de su mentor para que le dejara correr en el Europeo bajo techo de marzo en Glasgow, donde el noruego igualó el récord de Europa de 400 metros sin vallas en pista cubierta (45.05).
“Es un amor bruto, algo rudo, esa es la descripción perfecta de nuestra relación. Me gusta que las cosas sean así”, cuenta Warholm.
En la pista, su progresión ha sido meteórica.
Quedó en puertas de la final olímpica en Rio-2016, pero un año más tarde, en Londres-2017, se proclamaba ya campeón del mundo casi por sorpresa.
El ‘Vikingo Loco’ (1,87 m, 80 kg) ha batido tres veces el récord de Europa, que dejó en 46 segundos y 92 centésimas el 29 de agosto en Zúrich, lo que le convierte en el segundo mejor de todos los tiempos.