La Teja

“COMO UNA SENTENCIA DE MUERTE”

- Rocío Sandí rocio.sandi@lateja.cr

El amor que la policía Xinia Vásquez tiene por su familia la hizo vencer el miedo que sintió al ser diagnostic­ada con cáncer de mama.

La valiente mujer no oculta que cuando recibió los resultados de los exámenes que confirmaba­n que en uno de sus pechos tenía dos tumores malignos, lloró aterrada por la preocupaci­ón de dejar a su hija de 15 años y a su esposo solos; sin embargo, tomó fuerzas y como buena policía luchó hasta vencer la enfermedad.

El testimonio de la oficial es digno de rescatar en el mes rosa, cuando se hace conciencia sobre la prevención de ese tipo de cáncer.

“En el 2014 fui a hacerme una mamografía por prevención y me salió un tumorcito en un pecho, me mandaron a hacer una biopsia, pero no salió nada malo, por lo que seguí con mi vida tranquila. En el 2015 fui de nuevo a hacerme una mamografía y el doctor me dijo que la masa había crecido y que ahora eran dos tumorcitos y me mandó a hacer otra biopsia.

“El día que me dieron los resultados yo los recogí, pero no los vi de inmediato, sino que me fui para una reunión que tenía en el trabajo. En un un receso saqué el papel del sobre y vi que decía positivo en células cancerígen­as y pensé, uy, estoy mal, pero guardé el sobre y seguí con la reunión”, recordó.

Xinia dice que sentía miedo de contarle a su familia lo que estaba pasando, pero fue hasta que lo hizo que realmente asimiló todo lo que se le venía encima.

“El diagnóstic­o fue como una sentencia de muerte, una vez que le conté a mi familia pasé una semana mal, lloraba y pensaba que era muy probable que muriera. Para mí era difícil ver que la gente que me rodeaba seguía con sus vidas como si nada mientras yo luchaba contra la muerte.

“En determinad­o momento hice una pausa y me dije que iba a dejar todo en manos de Dios, sabía que para Él no había nada imposible, así que puse la mejor actitud que tenía y empecé a luchar”, contó la valiente.

Fueron diez meses muy duros, vino la operación en la que le quitaron uno de sus senos, luego la reconstruc­ción, de seguido la quimiotera­pia y por último la radioterap­ia.

“Mi hija estaba muy preocupada de cuál sería mi reacción cuando se me cayera el pelo, pero por dicha supe l l evarl o bastante bien, no soy mucho de maquillarm­e y esas cosas, pero aprendí a pintarme las cejas cuando se me cayeron.

“Por dicha estuve tomando un medicament­o durante la quimiotera­pia que me mantuvo bastante bien, comía y llevaba una vida tranquila. El apoyo que recibí de mi familia fue vital para superar cada etapa de la enfermedad”, aseguró la sobrevivie­nte.

Aprovechó cada minuto

La oficial dice que los meses que estuvo incapacita­da los aprovechó todo lo que pudo, ya que aprendió a ver el tiempo como algo muy valioso.

“Lo tomé como un año sabático, me dediqué mucho a mi familia, pasaba tiempo en un vivero que tengo, hacía arreglos con unas plantas que me gustan, que se llaman suculentas, y comía todo lo que se antojaba, una amiga me chineaba mucho con eso, me preparaba todo lo que yo le pidiera”, relató.

Luego de acabar con el tratamient­o le hicieron de nuevo exámenes y recibió la mejor noticia de todas: estaba limpia del cáncer.

“Sentí una alegría tan grande de saber que estaba sana, cuando me dieron de alta seguí cuidándome mucho. Al volver al trabajo muchos se sorprendie­ron de verme porque decían que me habían visto tan mal que se habían preocupado bastante.

“Me cuidaron mucho, me dieron un permiso para que durante un tiempo no usara el chaleco antibalas, no me dejaban asolearme ni mojarme y acomodaban mis horarios para que no trabajara tanto en las madrugadas”.

Ahora lleva una vida normal, es la jefa de Planes y Operacione­s del Ministerio de Seguridad Pública y dice que valora mucho su trabajo porque le da la oportunida­d de ayudar y luchar por construir un país mejor.

Además, hace todo lo posible por sacar tiempo para ella, para hacer las cosas que le gustan y para pasear, ya que el cáncer le enseñó que su bienestar debe ser siempre prioridad.

“La enfermedad que tuve es muy dura, pero si se trata a tiempo se puede salir adelante. Es necesario que las mujeres se hagan cada año la mamografía porque la prevención es fundamenta­l”, recomendó la uniformada.

La actitud con la que uno afronta la enfermedad puede hacer la diferencia entre un tratamient­o exitoso y la muerte” Xinia Vásquez sobrevivie­nte al cáncer

 ?? CORTESÍA ?? Xinia (centro) siempre ha tenido el apoyo de sus seres queridos.
CORTESÍA Xinia (centro) siempre ha tenido el apoyo de sus seres queridos.
 ?? CORTESÍA ?? Lo que más le gusta de su trabajo es ayudar a los demás.
CORTESÍA Lo que más le gusta de su trabajo es ayudar a los demás.
 ?? CORTESÍA ?? El esposo de Xinia siempre ha estado codo a codo con ella.
CORTESÍA El esposo de Xinia siempre ha estado codo a codo con ella.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica