La Teja

Futuros sacerdotes se tiraron a la calle

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

el que se deja esclavizar por el dinero termina en un ciego egoísmo donde Dios y los demás no cuentan. Por eso Jesús dirá: “donde esté vuestro tesoro, allí estará tu corazón”. Para Jesús la atracción por el dinero no es una enfermedad incurable. Es posible liberarse de su esclavitud y empezar una vida nueva y más plena. Hoy quiero centrar este comentario en el esperanzad­or relato de la conversión de Zaqueo. Al atravesar la ciudad, Jesús se encuentra con una escena curiosa. un hombre rico y jefe de recaudador­es llamado Zaqueo, ha subido a un pequeño árbol para poder verle de cerca. la gente de Jericó lo conoce, para ellos es un ser despreciab­le, un corrupto y sin escrúpulos. Para los sectores religiosos, un pecador sin posible conversión. Sin embargo, Jesús le hace una invitación maravillos­a: “Zaqueo, baja en seguida porque tengo que alojarme en tu casa”. Jesús quiere ser acogido en la casa de un pecador. Zaqueo bajó en seguida y lo recibió con alegría. lucas no dice lo que pasó en aquella casa. Solo dice que el contacto con Jesús transformó radicalmen­te al rico Zaqueo, al punto de que toma una decisión radical y firme: “Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más”. en adelante les dará un lugar importante en su vida a los pobres, compartirá con ellos sus bienes. recordará también de los que se ha aprovechad­o: les devolverá con creces lo robado. el encuentro con Jesús le ha dado amor solidario. la escena termina con unas palabras sorprenden­tes de Jesús: “Hoy ha entrado la salvación en esta casa. también este es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. con Jesús es posible la conversión de los bienes materiales. el encuentro con Él hace que lo difícil sea fácil. Él ha venido para salvar lo que nosotros podemos estar echando a perder. Para Jesús no hay casos perdidos. “Vayan y anuncien que el amor de Dios ha vencido”. Con esta frase como lema, un grupo de seminarist­as de la diócesis de Ciudad Quesada celebró el mes de las misiones recorriend­o San Carlos.

La misión de los futuros sacerdotes inició el sábado 28 de setiembre y finalizó este viernes 4 de octubre.

Compartier­on el amor de Dios fuera de cuatro paredes recorriend­o calles y escuchando a la gente.

El primer encuentro fue con la pastoral juvenil de barrio San Roque. Luego los seminarist­as visitaron la estación de bomberos de Ciudad Quesada y las empresas Café Itabo y La Canasta Básica, entre otros lugares.

Tres de los que se tiraron a la calle fueron Erick Pérez, Juan Luis Calvo y Andrés Quesada, quienes compartire­ron sus experienci­as.

Erick contó que cuando visitaron la guardería Pasitos Coloridos recordaron cuando Jesús dijo que para entrar en el reino de los cielos hay que ser como niños.

“Esto es amor puro y ser totalmente dependient­es de Dios padre”, explicó. Visita especial. Juan Luis detalló que otro día importante fue cuando visitaron el hospital de San Carlos y celebraron una misa, pues hablaron sobre san Jerónimo, quien siempre resaltó la importanci­a de tener un corazón dispuesto al Señor.

“La misa fue para todos, para mostrar a un Jesús vivo y fiel a su evangelio, sobre todo vivo y unido con todos los que se unen a Él en el calvario”, comentó el futuro sacerdote.

Andrés se encargó de conversar un ratito con los empleados de la empresa La Canasta Básica donde oraron por todos aquellos que, como Jesús, “día a día trabajan, porque Él fue servicio”. “Porque a todo el que tiene, le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene” (mateo: 25:29).

¿Qué es un mayordomo? “es uno que cuida y atiende los negocios de otra persona”. Encontramo­s un ejemplo bíblico de este trabajo en José, el hijo de Jacob y mayordomo de la casa de Potifar. (génesis 39: 2-4). como hijos de Dios, somos sus mayordomos, responsabl­es de cuidar y atender todas las cosas que Dios nos ha encomendad­o.

Hoy vamos a pedirle a Dios, nuestro patrón, que nos enseñe a saber qué espera de nosotros como sus mayordomos, en dos áreas muy sensibles: el tiempo y el dinero.

Veamos:

- ¿está aprovechan­do bien tiempo?

- ¿A veces se brecargado?

- ¿Siente que está siempre ocupado, pero no logra cumplir con la tarea necesaria?

- ¿A veces pierde tiempo haciendo actividade­s que no valen?

- ¿Descuida actividade­s que siente que debería de hacer? - ¿le cuesta decir que “no” a alguien que le pide hacer algo? - ¿Deja de hacer cosas hasta la última hora?

¿cuál de estas preguntas ca a usted?

“Dios hizo todo hermoso en su momento y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aún cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin” (Eclesiasté­s 3:11). encuentra el so

Jesús fue servicio. No es fácil construir solos, pero con Jesús nadie jamás está solo”.

Erick Pérez Seminarist­a

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 ?? CORTESÍA ?? En la estación de bomberos se alegraron al ver que los rescatista­s sirven como Jesús lo hizo en la tierra.
CORTESÍA En la estación de bomberos se alegraron al ver que los rescatista­s sirven como Jesús lo hizo en la tierra.
 ?? CORTESÍA ?? En el hospital de San Carlos hubo una misa pidiendo por la sanidad de los enfermos y la fortaleza ante la adversidad.
CORTESÍA En el hospital de San Carlos hubo una misa pidiendo por la sanidad de los enfermos y la fortaleza ante la adversidad.

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