No hay cruz en que persignarse
En el marco del Saprissa pareciera que no hay cruz en la que persignarse, porque los errores en la portería suceden un día sí y otro también sin importar cuál de los tres porteros que tienen juegue.
Esto parece un mal que pareciera no tiene remedio en el conjunto tibaseño.
La pelada del guardameta Aarón Cruz este domingo en el segundo tanto de Alajuelense se suma a otros que han tenido los porteros morados en este torneo, cuando al minuto 19 se le escapó entre las manos un remate desde fuera del área del manudo José Miguel Cubero.
Esa pifia, que significó el 2-1 momento a favor de los manudos, volvió a traer la desconfianza a la afición morada en La Cueva, quienes trataban de encontrar una explicación. “No tenemos portero”, o “siempre regalamos uno”, eran algunas frases que se oían en la Cueva.
Al fallo de Cruz se le suman los que Briceño cometió tanto contra el Santos de Guápiles como en el partido de ida contra el Club Atlético Independiente de Panamá por la Liga Concacaf, fallos que motivaron a Paté a hacer el cambio.
Luego del partido, Aarón le puso el pecho a las balas y asumió su error. El portero hasta explicó por qué la pecosa se le escapó tan fácilmente en esa jugada y que le convirtió el partido en un martirio.
“Es un tiro en el que Cubero le pega a tres dedos y agarra curva, luego ya queda en mi técnica porque atajo mal el balón, meto mal la mano y punto. No existe excusa y no puedo volverme loco, tan solo aceptar la situación y poner el pecho a las balas”.
“Acá hay que ser maduros, dígame cuál portero no falla, solo me queda trabajar, porque solo así nos podemos levantar”.
El segundo gol es mío, asumo la responsabilidad, sin excusas, ¿qué portero no se equivoca?”.
Aarón Cruz Portero