EXPRESI DEL TEAM SE HA CONVERTIDO EN BUEN SAMARITANO
Un viejito accidentado, ciclistas en problemas, alguien con la llanta del carro estallada. Los que sufren problemas en la ampliada ruta que lleva a la Ciudad Blanca de repente sienten como si un ángel se les apareciera.
Y aunque no diríamos que es un ángel con alas, sí debemos reconocer que se trata de un buen samaritano. Hablamos del expresidente del Herediano, David Patey, quien desde hace un buen tiempo reparte abrazos de gol a la gente que necesita alguna ayuda en esa carretera. Recordemos que Patey hoy celebra que el Ministerio Público archivó la causa en su contra por presunta legitimación de capitales (lavado de dinero) y narcotráfico.
El 12 de octubre prestó ayuda para que el vehículo de Mel Rossiechuc fuera sacado de la cuneta donde quedó atrapado.
Patey, además, trasladó al señor, quien es canadiense, hasta Cartagena donde lo recogieron unos allegados, (iba para Tamarindo) y dejó el carro de Mel en su casa hasta que su dueño lo vendió para respuestos.
Pero detrás del apoyo al canadiense de 72 años, hay una historia que David Patey quiso compartir cuando lo llamamos.
Resulta que hace como año y medio don David iba en el carro con su hija y se toparon a seis ciclistas en plena carretera con una de las cletas estallada.
Eran dos mamás y cuatro niños que sudaban tacacos.
Don David tomó un compresor e infló la llanta. Ese día Sofía le dijo ‘que lindo se siente ayudar a la gente’.
Desde entonces decidieron montar un proyecto para echarle una manita a las personas que se quedan varadas o tienen dificultades en la carretera, sean en carro, moto o bici.
El servicio que presta David es gratuito y a veces, simplemente, hacen compañía a una persona que está sola reparando el carro o le ha tocado ir a comprar gasolina para retomar el camino.
“No somos mecánicos, pero el carro está equipado para sacar de apuros a muchos que tienen problemas en plena carretera”, detalló.
Papá quería ayudarlo, pero David no quiso agarrar nada de dinero, dijo más bien que lo ofendía, que él ayudaba cuando podía”
Linda lección. Patey asegura que el percance con los ciclistas fue la excusa perfecta para enseñarle a su hija una virtud que sus padres le inculcaron a él cuando niño.
“Mis padres me regalaron la empatía, la capacidad de ponerme en los zapatos de los demás y eso me ha dado cosas en la vida. Además, son sicólogos y cuando peleaba con mis hermanos la forma de resolverlo no era quién tuvo la culpa o quién no, nos decían, ahora como se siente después de haberle hecho eso a su hermano”, dijo el empresario.
Por eso, cada salida de David con su hija, los sábados y los domingos generalmente en la tarde, puede representar un aprendizaje, una lección de vida para Sofía. A veces se apuntan más miembros de la familia. David tiene cinco hijos.
“Creo que estoy logrando enseñarle la empatía, ver situaciones reales y por supuesto que hay peligro y miedo. Por ejemplo, un carro varado con tres hombres solos, yo no paro. Le digo que probablemente ellos van a poder resolver el problema que tienen, pero muchas veces son mujeres solas, con niños o familias varadas”.
Bryan Ruiz amigo de don Mel.
La mano izquierda. David sabe que contar esa situación le puede generar críticas por aquel famoso refrán, ‘no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu mano derecha’.
Eso quiere decir que las buenas acciones no se deben contar, que es mejor hacerlas y quedarse calladito.
“A veces da pena contar cosas así, pero usted me llamó y yo le cuento. Yo trato de hacerle a otros lo que uno espera que hagan por uno en una situación similar”.
La Teja se enteró de la noticia porque Oliver Acosta subió un post en su perfil de Facebook el cual se hizo viral.
“Lo bonito de esta historia es que el señor Patey desde hace un año recorre la Panamericana ayudando los domingos a gente con problemas en sus vehículos y enseñando a su hija a ser buena samaritana”, expresó Oliver.
Mientras tanto, Bryan Ruiz (se llama igual que el jugador) amigo de don Mel, el señor del inició de la historia, agradeció a David por la ayuda brindada, pues considera a Mel un tata.