Keylor baila y el PSG también
El sabor con el cual Keylor Navas bailó el domingo ante sus compañeros el tema “Con calma”, de Daddy Yankee, se trasladó ayer a la cancha.
Los franceses aplastaron 5-0 al Brujas belga con tres goles de Kylian Mbappé y dos de Mauro Icardi por la fecha tres del Grupo A de la Liga de Campeones, que lidera el PSG con una clara ventaja de nueve puntos.
Subido en una silla y sosteniendo su celular en una mano, Navas cantó el domingo en español, se bajó, movió las caderas, se dio media vuelta y se ganó el aplauso de sus compañeros, con felicitación incluida de Neymar y Mbappé.
La misma alegría se vio ayer en la cancha y le permitió al equipo conseguir su tercera victoria en tres partidos (3-0 contra el Real Madrid, 1-0 ante el Galatasaray). Así el París Saint Germain ve despejado su camino a los octavos de final.
El club parisino suma 9 puntos, por los cuatro del Real Madrid, que ganó por la mínima en Estambul.
El Brujas se quedó con dos puntos y cierra el Galatasaray con uno.
Sin despeinarse. Los franceses ni se despeinaron para pasar por encima del campeón belga y eso que lo hicieron sin el lesionado Neymar.
Pero sí estaba Mbappé, autor de un triplete justo después de su entrada desde el banco, en una goleada completada por Icardi, en un gran momento goleador.
Y si el Real Madrid no hubiera pasado del empate ante el Galatasaray (al final triunfó 1), el París Saint Germain se habría convertido en el primer equipo de la historia de la competición europea en lograr su clasificación con solo tres fechas disputadas.
Tras un balón largo impecable de Thiago Silva a Di María, el “Fideo” sirvió para Icardi, quien remató al primer palo para adelantar al PSG.
Imparable desde el inicio de temporada, Di María no cesa de mostrar su clase.
En la segunda parte se desató aún más el vendaval parisino, con cuatro goles, con el show’del campeón del mundo galo, candidato al Balón de Oro.
Condenado al reposo en la última tregua internacional debido a unas insistentes molestias musculares, Mbappé había realizado su regreso triunfal ante el Niza en la Ligue 1. Confirma que ya está pura vida.