PREMIADOS
UCR fueron los más duros, ya que estaba lejos de su casa y debía adaptarse a un nuevo ambiente, además de que no dominaba esa lengua.
En el 2012 concluyó su carrera, gracias al apoyo de su familia, compañeros, amigos y a su novia, Andrea Valerio, a quien conoció ese mismo año. Con ella se casó en el 2017.
“Me gradué y empecé a buscar trabajo, pero personas con alguna discapacidad como yo tenemos que ir a la Oficina Calificadora de la Invalidez para que un médico nos haga una especie de diagnóstico”, dijo.
En ese documento se indica que son aptos para trabajar. “Fui a muchas entrevistas pero no me contrataron y debía pagar un apartamento que alquilaba en San Pedro”, dijo.
El éxito. Del 2012 al 2015, Adrián se la jugaba dando clases particulares, pero con la fe intacta de conseguir un trabajito estable.
Esto último no ocurrió y por eso, a mediados del 2015 decidió crear su propia empresa.
La llamó “Talk do it”, que en español significa Habla, hazlo. Su negocio tuvo que pasar el el proyecto de Adrián recibió dos reconocimientos, uno de la Universidad Latina en el 2017 y otro del ministerio de economía en el 2018.
proceso normal de inscripción de cualquier empresa, ya que fue registrada y paga impuestos.
“Es una plataforma en la que le damos clases a personas que saben inglés y que no se animan a hablarlo por vergüenza. Los ayudamos a que se suelten”, expresó.
“Talk do it” va bien cuenta con el apoyo de empresas transnacionales que lo buscaron para que les ayude a perfeccionar el idioma de sus trabajadores.
“Damos las clases en línea, un profesor al otro lado de la pantalla guía a la persona para que mejore su forma de comunicarse”, expresó.
Fácil. De acuerdo con Adrián, las lecciones se pueden llevar a través de la página talkdoit.com o por medio de aplicaciones como WhatsApp y Skype. Solo necesita una computadora o un celular con cámara para hacer el contacto.
De esta manera, Adrián logró emplear a 25 personas de todo el mundo que tienen alguna discapacidad y saben inglés.
“Algunos profesores son de Estados Unidos, Canadá, Malasia y Nueva Zelanda que hablan a la perfección el idioma. No contamos con profesores costarricenses porque nos ha costado encontrar a personas con alguna discapacidad que hablen muy bien el idioma”, contó.
Dijo que hay tres opciones para quienes quieran perfeccionar el inglés.
La primera es de cuatro sesiones de una hora por semana, a $59 que son ¢34.500 aproximadamente. La segunda son clases individuales de una hora, a $19 (¢11 mil) y la tercera está enfocada a la empresas que desean mejorar el nivel de inglés de sus trabajadores. Llamar al 8415-5056 y 2438-9567.
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